El ex director de El País describe al diario del Grupo Prisa con claridad
España
Espacios Europeos (3/7/2020)
De todos los acontecimientos inquietantes que en los últimos meses se acumulan en Estados Unidos, el más grave me parece, quizá por mi deformación profesional, la dimisión a comienzos de junio del director de Opinión del periódico The New York Times. Es un alarmante indicador del avance del activismo sobre el periodismo y una señal más de la degradación de las democracias modernas, que sacrifican sin pudor el derecho a la discrepancia y al libre pensamiento en aras de un poder identitario que cada día se hace más incontenible con las tradicionales armas del debate y la razón. Incluso el hecho de que el episodio haya pasado relativamente inadvertido, tanto en Estados Unidos como en España, es una prueba de lo secundaria que empieza a resultar ya la libertad de expresión.
Por situar las cosas en su contexto, es conveniente señalar que el director de Opinión de un periódico norteamericano actúa con plena independencia del director y a su mismo