espacioseuropeos.com (28/2/2008)
Lo de “Los Alberto”, o sea la estafa de Alberto Alcocer y Alberto Cortina a un grupo de socios minoritarios nos desvela de nuevo que a los poderosos, casi nunca les acontece nada en el plano terrenal. Nos referimos, con lo de “nada” a que la Justicia actúe en su contra. Ni aún, cuando como en el caso que nos ocupa, que los socios minoritarios hayan tenido la suerte, de que el Tribunal Supremo sentenciase a su favor.

Ellos, “Los Alberto”, bajo los mantos de armiño protectores de sus poderosos amigos siguen su ritmo de vida como si nada. Pero el hartazgo de la ciudadanía es de tal calibre, que esperamos y deseamos, que Alberto Alcocer y Alberto Cortina, cumplan la sentencia impuesta, además de devolver el dinero que estafaron, paguen las costas y coman rancho carcelario. Es, simplemente, por salud democrática; por Justicia.

Recordemos que el Tribunal Constitucional admitió el recurso de amparo que los dos primos interpusieron contra la condena a tres años y cuatro meses de prisión, que les impuso el Tribunal Supremo. La condena lo fue por engañar a sus socios en la venta de los terrenos de las famosas “Torres KIO”. Asimismo, la sentencia les condenaba a indemnizar a los afectados con 36 millones de euros más los intereses legales. Pero, ahora, el Tribunal Constitucional (Sala Segunda) exonera a Alberto Cortina y Alberto Alcocer de la acusación de estafa y falsedad en documento mercantil.

El Supremo ha criticado al Constitucional por entender se ha excedido en sus funciones al absolver a “Los Albertos”, ya que se ha basado –de acuerdo con el TS- en una “interpretación de la tutela judicial efectiva que vulnera el artículo 123 de la Constitución”.