el-neneE. G. (3/5/2008)
La semana pasada fue detenido en Ceuta el súbdito marroquí Mohamed Uazani, alias «El Nene», que está  considerado como uno de los mayores traficantes de hachís. La detención se llevó a cabo por miembros de la Policía Nacional, tras haber tenido conocimiento de la fuga de «El Nene», en diciembre de 2007, de la prisión marroquí de máxima seguridad de Kenitra.

«El Nene» cumplía en Kenitra una condena de ocho años por tráfico de estupefacientes. Desde entonces las fuerzas de seguridad españolas le buscaban. Miembros de la Jefatura Superior de Policía en colaboración con el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Judicial, lograron detenerle cuando  circulaba en el automóvil propiedad de uno de sus hermanos.

Según parece, la fortuna de este traficante  es superior a los 30 millones de euros. Durante su estancia en la cárcel de Kenitra disfrutaba de numerosos «beneficios penitenciarios»,  tales como poder disponer de tres celdas, con aire acondicionado, para él solo, además de utilizar una azotea donde solía almorzar y cenar. Asimismo, disponía de un sofisticado sistema de telecomunicaciones desde donde seguía dirigiendo sus operaciones.

«EL Nene» cumplía una condena de ocho años desde 2003 por tráfico de estupefacientes. Al parecer, se fugó de la cárcel con la ayuda de ocho funcionarios de prisiones, a los que había sobornado, y que según informó la prensa ya han sido condenados por estos hechos a penas que van desde dos meses a dos años. Desconocemos si han sido expulsados del cuerpo de funcionarios de prisiones.

La fuga de este traficante no fue detectada por la dirección de la cárcel, tuvo que ser una llamada anónima la que alertó a las autoridades marroquíes, aunque también, según parece, a la policía española.

De la cárcel de máxima seguridad de Kenitra también se fugaron el pasado 7 de abril nueve presos, considerados  «integristas», que cumplían condena por los atentados terroristas de mayo de 2003 en Casablanca. El 16 de mayo de 2003, varias explosiones provocaron la muerte de 45 personas en la ciudad de Casablanca, entre las que se encontraban cuatro españoles. Dos de los fallecidos eran  los empresarios, Manuel Albiach Tutusaus y Francisco Abad Lazo, además del camionero Domingo Mateo, que se encontraban en la Casa de España cuando se produjo la explosión.

Los detenidos, según informó el ministro de Justicia de Marruecos, se fugaron de Kenitra a través de un túnel, que lograron excavar, hasta la salida de la cárcel. Desde entonces su paradero es desconocido.

¿Alguien se puede creer que tanto «El Nene», como los terroristas que atentaron contra la Casa de España en Casablanca, pudieron escapar sin ayudas muy importantes? ¿Cómo es posible que los controles diarios no detectaran de inmediato esas fugas de la cárcel de Kenitra?

Una vez más, negros nubarrones se ciernen sobre esos atentados y sus posibles conexiones con otros que tuvieron lugar no mucho después.

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