espacioseuropeos.com (22/5/2008)

La Unión Europea vota hoy un polémico acuerdo sobre el tratamiento a inmigrantes indocumentados, que fija en 18 meses el período máximo de reclusión de los ilegales.

La iniciativa parlamentaria contempla las repatriaciones forzadas y la prohibición de regresar a la UE durante un periodo de cinco años. No obstante, esta legislación no se aplicará a los inmigrantes que lleguen a Europa en condiciones de  extrema precariedad o soliciten asilo político.

Por otro lado, el apoyo jurídico gratuito que hasta ahora se brinda a los indocumentados está creando desavenencias entre los países europeos, ya que mientras la Eurocámara lo considera obligatorio, hay países en que se considera opcional, como es el caso de Alemania y Austria.

Numerosas organizaciones y ONG de apoyo a los refugiados e inmigrantes han manifestado su  desacuerdo con estas medidas, pero no hay que olvidar que, como sucede en España, una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, según las encuestas de opinión, es la inmigración ilegal.

El nuevo proyecto de ley europeo contempla, asimismo, la posibilidad de que sea aplicado a menores de edad no acompañados. España, por ejemplo, no contempla estas expulsiones del territorio nacional, contribuyendo así a separaciones y rupturas familiares forzadas. Es el caso de menores marroquíes que atraviesan el Estrecho y al ser descubiertos son ingresados en «centros de acogida», donde quedan internados hasta, como mínimo, su mayoría de edad.

La polémica sobre cómo responder al grave problema de la inmigración no es nueva. Francia comenzó con la implantación de algunas medidas que no parece hayan dado fruto alguno. Por su parte, el Gobierno de Silvio Berlusconi ha aprobado, de acuerdo con su programa electoral, una legislación que considera a los inmigrantes ilegales como delincuentes.

Las declaraciones de la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, acusando al Gobierno italiano de  «exaltar la violencia y el racismo» han tenido una seria respuesta del Ejecutivo italiano, que provocó que Zapatero pidiera, de alguna forma, disculpas a Berlusconi.

Las hambrunas de África y Asia, sin excluir las penurias que padecen las poblaciones de Ibero América, y países de Este de Europa, van a seguir aportando cantidades ingentes de «sin papeles» a la Unión Europea, que difícilmente podrán parar las leyes.

Para los que se quejan -en muchos casos demagógicamente y por interés- de que la legislación ponga veto a la entrada de inmigrantes ilegales, les recomendamos que viajen a cualquier país fuera de la UE, y lo hagan sin la debida documentación (pasaporte, tasas de entrada, vacunaciones, etc.), y ya verán lo que les sucede.

Un ejemplo, de esa demagogia nos lo brinda Sudáfrica, donde han sido asesinados brutalmente más de una treintena de «sin papeles», oriundos de Zimbawe. Los sudafricanos más pobres están respondiendo agresivamente, quemando enseres y apaleando a refugiados de Zimbawe, porque les ven como una amenaza para su precaria situación. 

 

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