Abaha (15/5/2008)
Hasta ahora ha sido más que difícil que la oposición guineana se una políticamente, al menos en unos puntos mínimos de acción. Pero a fuerza de ver lo que sucede, el pragmatismo se hace más que evidente. No es que haya un atisbo de unidad en un «programa de mínimos», es que entre todos los grupos (más bien personas) existe una sensación de pelea -dialéctica- entre todos. El «todos contra todos» parece ser el objetivo de su oposición frente a Teodoro Obiang Nguema, el verdadero enemigo.
«Los muertos nos unen; los presos, no», nos ha comentado un opositor que reside fuera de España, y que por ello se hace más creíble su análisis, al no estar «contaminado» por los dimes y diretes que a diario se producen en la Madre Patria.
No hemos visto escritos o intervenciones en periódicos, web o foros, solidarizándose con Severo Moto. No hemos encontrado solidaridad en particulares y menos en los partidos políticos o asociaciones guineanos. Hemos notado, por ejemplo, que la UDDS de Aquilino Nguema Ona Nchama, muy activo en las últimas denuncias, ha obviado comentar la detención de Severo Moto. Tampoco hemos visto solidaridad en DECAM (coordinado por Pedro Germán Tomo Mangue), FDR, UP y APGE. Por supuesto, si entendemos la postura de CPDS, UP (sector Obiang) y APGE (partido ficticio, creado por el PSOE y PP), que andan más bien preocupados por ver si Teodoro Obiang Nguema les regala un diputado o un concejal.
En el Partido del Progreso y en el Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial, liderados por Severo Moto, lógicamente, si hay unión en torno a su líder. Por ejemplo, Gabriel Moto Nsá, ministro de la Presidencia del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, además de hermano suyo, ha dejado escrito en la web de estos grupos, lo siguiente: «La prensa española exhibiendo un silencio cómplice ante tantas cosas para contar. El encarcelamiento de Severo Moto forma parte de la persecución que viene sufriendo este líder opositor desde los tiempos de la independencia de Guinea Ecuatorial. Severo pone su parte para mejorar la vida de los guineanos tanto tiempo sumidos en la miseria y viendo cómo pasa el bienestar delante de sus narices cuando en honor a la verdad esta riqueza les corresponde a ellos».
Acertadamente, Gabriel Moto Nsá, afirma que «Guinea Ecuatorial tenga una renta per capita comparable a la de Suiza y Canadá y que la población no se beneficie de esta bonanza; es una injusticia que clama al cielo».
Tras mencionar problemas endémicos en Guinea, como la sanidad, la educación, etc., relata la lucha del Partido del Progreso por mejorar las condiciones de los guineanos: «Seremos muchos o pocos pero en 25 años que acaba de cumplir el Partido del Progreso nadie ha sido capaz de doblegarnos ni Severo ha echado una mirada atrás ante todas las dificultades que ha tenido en la vida. Al contrario siempre con la mirada al frente y fiel a sus ideas. Muchas deserciones, muchas aproximaciones interesadas, mucho arribista; todos esos se han ido marchando de la misma manera que llegaron, aunque algunos han pretendido hacer mucho ruido».
«Obiang Nguema y su dictadura saben mucho de la detención de Severo Moto por eso han montado una nueva farsa electoral nada más conocerse la detención de Moto. Se han introducido papeletas a manos llenas en las urnas por parte de los sicarios del dictador para garantizar un recuento superfavorable», denuncia.
Con cierto humor, no exento de ribetes trágicos, el autor de este artículo afirma: «Los corifeos enviados por la democracia española para certificar la legalidad del proceso, actuaron como era de esperar; hicieron el papel que han hecho todos los enviados desde España en parecidas circunstancias. Parece que el golpe de calor que se produce al estar a un grado del ecuador, es capaz de enterrar los principios sólidos que se presume llevan las personas en su interior e incluso se vuelven daltónicos».
Su análisis acerca de la situación de la oposición es el que sigue: «La oposición esta desparramada, desunida, desmenuzada y casi desintegrada. Hace realidad esa idea extendida en Guinea Ecuatorial de que en España con el estómago lleno de patatas, no existe ninguna urgencia para volver. No es de recibo la existencia tantos reinos de taifas, tanto personalismo, tantos partidos unipersonales.»
Sin embrago, aparte de sus allegados, Moto no ha recibido la solidaridad del resto de los grupos, algo que le debe doler profundamente.
A nosotros, independientemente, de siglas, ideologías o cualquier otra «barrera» que exista, nos parece una incongruencia, una falta de visión política -por no mencionar la insensibilidad- de toda la oposición política.
Muchos años en la oposición no han servido para aprender, sino más bien para todo lo contrario. Ya se sabe, ¡quien a hierro mata a hierro muere…!
Se acusa a Moto de tráfico de armas, se le confina en Navalcarnero, se le tacha de golpista. Entonces, por el mismo rasero hay que juzgar a Adolfo Suárez, ya que desde su Gobierno se ayudó -más bien se le ordenó- a Obiang Nguema a que derrocase a Francisco Macías. Nos imaginamos que por encima de él alguien más lo sabía. A Navalcarnero también deben ir los que han «traficado» y «trafican» con los «fondos reservados» del Estado español, so pretexto de «ayudar a la oposición guineana».
A Navalcarnero también deben ir los que en más de una ocasión han intentado derrocar a Obiang, sean españoles o guineanos; sea cual sea su condición laboral y adscripción política.
Basta ya de hablar y de escribir de las fraudulentas elecciones del 4 de mayo, del censo electoral y de tantas y tantas obviedades que no conducen a nada. Hablar de esto supone dar credibilidad al régimen del sátrapa y a los que le apoyan. No hay que entrar en ese juego. Hay que retirarse de esa dialéctica y empezar a defender la vida y el patrimonio de cada uno…
Y ya se sabe lo que en estrategia militar se dice en estos casos…