espacioseuropeos.com (18/8/2008)
Hoy, sobre las 13 horas, Severo Moto, Presidente del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial y del Partido del Progreso, ha salido de la cárcel de Navalcarnero (Madrid) tras haber abonado la fianza exigida por el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz.
De acuerdo con nuestra información, inexplicablemente, el depósito que fijo Pedraz (10.000 Euros), no se hizo efectivo como es NORMAL y HABITUAL. Esa cantidad no se ingresó en la cuenta bancaria asignada al efecto, sino que se tramitó ¡en otra! Las transferencias de banco a banco, si no son de la misma entidad -como todo el mundo sabe- tardan dos o tres días. Y eso es lo que ha sucedido. La Audiencia Nacional no «reconoce» papeles de otros bancos, sólo se percata -natural- de lo que se ha ingresado en uno de los bancos designados al efecto…
A la salida del Centro Penitenciario de Navalcarnero, esperaban al opositor guineano, su familia y colaboradores más allegados. Con toda celeridad abandonó las inmediaciones de la cárcel para dirigirse a su domicilio particular. Declino, con amabilidad, hacer ninguna declaración a los medios de comunicación.
Fuentes cercanas a Moto nos informan que hasta ahora no han tenido ninguna contestación a los dos buro fax que Armengol Engonga, Vicepresidente del Gobierno en el Exilio, envió el pasado día 15 de este mes, al José Luís Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España, y al Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, solicitando protección oficial.
El texto de los dos buro faX es el siguiente:
«Ante la inminente salida de la cárcel de Navalcarnero, en Madrid, de D. Severo Moto, Presidente del Gobierno en el Exilio y del Partido del Progreso, y ante la posibilidad de que «sicarios», supuestamente, a sueldo del dictador Teodoro Obiang Nguema, puedan atentar contra su vida, rogamos encarecidamente se habiliten las medidas oportunas de protección física para D. Severo Moto, su familia y propiedad, así como, en la misma medida, para quien esto firma.
Rogamos se atienda esta petición con la debida urgencia».
«Hasta la fecha -nos comenta Armengol Engonga– ni nos han puesto protección policial ni hemos recibido llamada alguna por parte del Gobierno español. Quiero que sepa públicamente, que si nos ocurre algo, me refiero a un atentado o similar, será responsabilidad del Gobierno de España».