España
A.  G.
(17/9/2008)
¿Sabremos algún día lo que verdaderamente aconteció en torno al llamado «caso Malaya»? Sinceramente, creo que no. Quizás dentro de 10, 20 o 30 años, la sentencia se haga pública,  mientras tanto a especular y llenar hojas de papel en los periódicos y espacio en los telediarios.

Desde marzo de 2006 estoy en tensión, vivo sin vivir en mi, pendiente de cualquier cosa que nos aporten los medios de comunicación.

Ahora me acabo de enterar que el Juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha finalizado la instrucción de los procesos «Saqueo II» y ha decidido que 36 personas sean juzgadas por el presunto desvío de una importante cantidad de dinero procedente de las arcas municipales que ha ido a parar a empresas del fallecido Jesús Gil.

El Tribunal de Cuentas, que nos cuenta con excesivo retraso cómo van las cuentas en las instituciones públicas, detectó anomalías en marbella después que el GIL (Grupo Independiente liberal) llevara más de nueve años gobernando.

Pero a mi me llama la atención el «caso Malaya» que parece ser se encuentra en los últimos balbuceos para que se cierre la instrucción.

El asesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca, se destapó como el verdadero cerebro de esa maraña de empresas urbanísticas, va a ser juzgado en pocos días. Roca sabe mucho de muchos involucrados en el «caso Malaya». Uno de los primeros amagos de Roca por contarlo todo provocó un movimiento sísmico que se cobró la primera víctima en el figura del juez Francisco Javier de Urquía, que fue condenado a dos años de cárcel y 17 de inhabilitación por pedir y aceptar dinero del supuesto jefe de la trama Malaya a cambio de favorecerle en asuntos judiciales.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) condena, asimismo, a Roca y Urquía a abonar  la cantidad de 73.800 euros, en concepto de multa, por el delito de cohecho, y les absuelve del delito de «asesoramiento accidental o negociación prohibida a funcionario público», del que también habían sido acusados.

Un temblor ha recorrido el cuerpo de muchos implicados que no aparecen en el sumario, o que aún figurando no son acusados directamente. Temen, por supuesto, que  Roca «tire de la manta», ya que el primer tirón le ha salido bien, ya que consiguió una reducción de condena.

En toda esta maraña judicial, me ha llamado la atención, como a muchos compañeros de la profesión y políticos, qué el juez Miguel Ángel Torres haya decidido apartar de este sumario el contenido de las cintas grabadas con las conversaciones entre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la bella Montserrat Corulla, que algunos consideran la «principal testaferro» de Juan Antonio Roca en Madrid. Al parecer, según ha aparecido en varios medios de comunicación, la causa fue debida a que tales conversaciones «carecen de interés jurídico».

La abogada Monserrat Corulla, era la responsable de las operaciones urbanísticas relacionadas con el blanqueo de dinero que llevaban a cabo los inculpados en el «caso Malaya». Corulla está considerada como una persona muy cercana a Gallardón. La abogada se vio obligada a pasar cinco meses en prisión; ahora se encuentra en libertad bajo una fuerte fianza.

Todos recordamos cunado Miguel Sebastián, candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, preguntó, en pleno debate televisivo, a Gallardón si tuvo relación con algún implicado en la «operación Malaya». La pregunta la hizo el ahora ministro, enarbolando  ante las cámaras de televisión la portada de una revista en la que aparece la fotografía de Monserrat Corulla.

Gallardón, visiblemente afectado, respondió a Sebastián que no hablaría de «temas personales», y que su «actuación» de esta noche (debate)  «le retrataba como persona»: «No insista por ese camino. No voy a entrar de ninguna de las maneras. Relación profesional, ninguna. Yo no voy a entrar en su vida personal, pero se ha definido usted esta noche», respondió Gallardón.

A nosotros nos gustaría saber el contenido de las conversaciones entre Monserrat Corulla y Alberto Ruiz-Gallardón, que el juez del «caso Malaya» apartó de este sumario.