espacioseuropeos.com (21/9/2009)gregoire-ndahimana
La República Democrática del Congo ha entregado a un sospechoso de genocidio al Tribunal de Ruanda con sede en Tanzania. El presunto genocida es Gregoire Ndahimana, que fue apresado el mes pasado en el Congo en el transcurso de una operación conjunta de militares congoleños y de Naciones Unidas contra rebeldes hutus en la región de Noord Kivu.

Durante el conflicto bélico y étnico  que tuvo lugar en Ruanda en 1994, Ndahimana era un dirigente del pueblo Kivumu. Al parecer, más de 6.000 tutsis que vivían allí, fueron asesinados.

Ndahimana tendrá que responder ante el Tribunal por su responsabilidad en la muerte de unos 2.000 tutsis que se encontraban refugiados en una iglesia, que fue literalmente arrasada y apisonada por vehículos de demolición.

Holocausto ruandés
Pero no es Ndahimana el único responsable. Ni mucho menos. Recordemos que en agosto del año pasado, el Gobierno de Ruanda acusó formalmente a altos funcionarios franceses de tener responsabilidades en el genocidio de 1994. Ese genocidio provocó la muerte de casi un millón de personas.

Un informe, elaborado en Ruanda por una comisión independiente, afirma que funcionarios franceses «contribuyeron decisivamente a entrenar y esconder a los líderes de la etnia Hutu y luego ayudaron a encubrir sus crímenes». En el informe se menciona a varios altos funcionarios franceses, entre ellos al ex Primer Ministro, Dominique de Villepin, y al ex Presidente de la República, François Mitterrand.

Por esa fecha -agosto de 2008- el Ministro de Justicia de Ruanda, Karugarama Tharcisse, declaró durante una rueda de prensa, que su país presentará cargos: «Debería quedar claro que este informe no va a quedar en la nada, no vamos a archivarlo. Utilizaremos este informe, nos ayudará a traer ante la justicia, a intentar seriamente traer ante la justicia a las personas implicadas en cometer un genocidio en este país».

Muchos supervivientes ruandeses, encuadrados en la asociación «Ibuka» (Acuérdate), viven con la esperanza de que se haga justicia, aunque saben que la lucha por demostrar la participación de Francia será difícil y tropezará con muchos obstáculos. El informe  acusa a Francia de haber «participado» en el genocidio ruandés, a la vez que anuncia acciones jurídicas contra funcionarios, políticos y militares franceses: «Francia estuvo al corriente de los preparativos del genocidio, participó en las principales iniciativas de su implementación y en su ejecución», se afirma en uno de los párrafos.

Algunos de genocidio-de-ruandalos «responsables», franceses, de acuerdo con ese informe son: François Mitterrand, ex presidente de la República francesa, muerto en enero de 1996; y los ministros, Alain Juppé y Dominique de Villepin, así como mandos militares del Ejército francés.

El informe mantiene que multitud de asesinaros y violaciones se cometieron delante de los ojos de militares franceses. 

Los testimonios de varios supervivientes son sobrecogedores, a la vez que implican a Francia. De acuerdo con los datos aportados por la ONU, más de 800.000 personas, la mayoría tutsi y hutus moderados, fueron asesinadas entre los meses de abril y julio de 1994, llevado a cabo por los radicales hutus.

«Acusaciones inaceptables», fue la respuesta de Francia nada más tener conocimiento de la publicación de «Ibuka».

Ruanda rompió relaciones diplomáticas con Francia en noviembre de 2006, tras la acción judicial de un juez galo que pidió que el presidente ruandés, Paul Kagame, fuera juzgado por su «presunta participación» en el atentado contra el avión del ex presidente Juvenal Habyarimana, en abril de 1994.

Sin embargo, para «France-Diplomatie», Francia se  remite a «las conclusiones de la Comisión Quilés (6 de agoste de 2008)», a la vez que considera «inaceptables las conclusiones del informe».

Por esas fechas, nosotros nos preguntamos ¿dónde está el Museo del Holocausto del Genocidio de Ruanda? ¿Quién debe pagar por los crímenes cometidos?