J.M.G.T. (8/10/2009)zapatero-y-trinidad-jimenez
La velada matinal del Fórum Europa ha situado en la tribuna, ante una asistencia  muy amplia, a la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez.

Ofició de presentador quien la había precedido en el departamento ministerial: Bernat Soria. Brevemente recordó que Trinidad Jiménez García-Herrera había sido candidata a la Alcaldía de Madrid y Secretaria de Estado para Iberoamérica. Exaltó la personalidad de ella por seguir apoyándose en el equipo ministerial que él la dejó, al parecer de gran nivel, lo que significa que rehuye la mediocridad.

Aprovechó Soria para referirse a su cese por parte del presidente del Gobierno. Uno deduce que ya no se envía una comunicación por motorista, como se hacía en el franquismo, sino que Zapatero sonríe y  cuenta con planes para  aquel a quien convierte en «ex». Soria especificó que, en su caso, como no coincidían con sus propios planes,  eligió su  camino y tan amigos. Bueno, siempre cambia algo: cuando entró en el Gobierno, su alegría desbordante le llevó a proclamar a ZP, merecedor del Nobel de la Paz, y después de la salida, simplemente ya no insiste.

La actual ministra aúna Sanidad, Política Social, y también Consumo. Se ve que, con las transferencias sanitarias a las Comunidades Autónomas había que reunir más competencias para llenar de funcionarios y contratados ese edificio tan grande, en el Paseo del Prado, que la transición heredó de los viejos sindicatos verticales.

Conforta escuchar a la ministra su compromiso con el Estado del Bienestar, que muchos han dado por finiquitado, al parecer en aras de un neoliberalismo cuyas consecuencias son preocupantes. Se comienza borrando una denominación y cualquiera sabe donde acabaríamos. ¿En el Estado del Malestar?

Ni siquiera en estos tiempos de vacas flacas, la ministra, que aterrizó ahí hace seis meses, considera aceptables los  recortes en protección social. Aseguró que su Departamento es uno de los pocos que incrementará su dotación presupuestaria para 2010: 2.839 millones de euros, que representan un 15,38% más.

Garantizar la confidencialidad
Puso énfasis Trinidad Jiménez en los avances de la aplicación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para la salud. Así, por ejemplo, el 97% de los médicos de atención primaria en España dispone de historia digital de salud. Pues bien, algunos consideran que no existen suficientes garantías para la confidencialidad. Está bien la informatización, pero también era muy necesario el secular «juramento hipocrático», que parece olvidado.

Sobre la Gripe A,  de la cual en  su conferencia no había dicho ni pío, en el turno de preguntas, constató que, hoy por hoy, la tasa de mortalidad es muy baja. Asimismo dijo que ya llegan las primeras vacunas, que no van a faltar en la cantidad necesaria. Se reflexiona, por otra parte,  con vistas a la posibilidad de cambiar lo que se había previsto, en cuyo caso podrá dispensarse el «Tamiflú» en las farmacias.

Considera que la actitud del partido Popular, en lo que respecta a la política desarrollada sobre la Gripe A, está siendo leal y responsable. Sobre el Pacto por la Sanidad precisó que ha tenido una conversación telefónica con la que fue ministra de Sanidad del PP, Ana Pastor -a la sazón en Turquía- la cual le ha expresado su acuerdo. ¿Qué cabe pensar ante la disposición pactista de estos ministros: ayer Gabilondoibarra y hoy Trinidad Jiménez? Parece como que quienes malogran esas actitudes son  Pepiño Blanco, Leire Pajín, Teresa Fernández de la Vega y, tal vez, Rubalcaba.

Negó la invitada al Foro Europa que exista el denominado y abusivo Turismo Sanitario, «desde el punto de vista del Gobierno». Contamos, señaló, para las personas no nacionales, con acuerdos dentro de la Unión Europea y otros convenios bilaterales. Según eso se cobrarían los servicios prestados. Ahora bien, permítasenos un margen de incredulidad sobre el hecho de que se hagan efectivos tales pagos por parte de determinados países.

El moderador del coloquio –Antonio San José– intercaló una curiosidad derivada: si había hablado con Rodríguez Ibarra (el ex-bellotari extremeño que fue quien levantó la liebre hace poco). No ha habido ese diálogo,  si bien la ministra, con su estilo dialogante, consideró positiva la voz de alarma dada por quien, a veces, solía ponerse un poco intemperante.

Objeción de conciencia
Planteada la objeción de conciencia de algunos farmaceúticos sobre la «píldora del día después», afirmó que no está prevista desde el punto de vista legal, aunque hay libertad. En cuanto a la objeción de conciencia de los médicos sobre el aborto, aseguró que se mantiene, por una sentencia con valor de ley.

Algún colega de la Prensa especializada en temas sanitarios comentaba que Trinidad Jiménez actúa con más seguridad en aspectos relacionados con la Gripe A que en otros varios,  donde echa balones fuera; eso sí, con buen estilo. Recordemos que sólo lleva seis meses y que la cartera  que tiene encomendada, se las trae con abalorios.