espacioseuropeos.com (2/11/2009)
El ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, inauguró en Kosovo un monumento, una estatua de más de tres metros de altura, dedicado a su persona. En el acto se encontraban, aparte de autoridades albanokosovares, varios miles de ciudadanos de la ex provincia serbia.
La estatua ha sido levantada en el centro de Pristina, la capital de Kosovo. La estatua es en agradecimiento a los bombardeos que el entonces presidente de Estados Unidos mandó realizar sobre las posiciones serbias en 1999. Con este descomunal monumento, los albanokosovares han querido mostrar su agradecimiento a Clinton por su decidido apoyo en el conflicto que mantenían con los serbios.
Pocos meses después de esos bombardeos, Kosovo quedó bajo mandato de la ONU, y en febrero de 2008 declaró su independencia de forma unilateral, que inmediatamente fue reconocida por Estados Unidos, la mayoría de los países de la Unión Europea y Japón. Serbia ha planteado una demanda en la Corte Penal Internacional, para tratar de recuperar Kosovo
Si a Clinton le han erigido una estatua de tres metros, no nos extrañaría que en breve, a Javier Solana Madariaga, responsable de la Política Exterior y de Seguridad de la UE, le levanten otra, aunque más pequeña, pues él fue el artífice de que Europa apoyase los bombardeos estadounidenses.
Dentro de la operación «albanokosovar», el escritor albanés, Ismail Kadaré, ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Otra estatua, a fin de cuentas…