Abaha (15/12/2009)faustino-ondo-apoya-al-sahara
Dentro de lo malo, a Silvio Berlusconi, el leñazo que le ha sacudido Massimo Tartaglia, no le va a venir mal del todo. Aprovechara, quizás, como una que sabemos, que con la disculpa de un problemilla físico en la nariz, se hizo una serie de arreglillos que costaron una pasta a los ingenuos españoles. Pero  lo de Silvio tiene  que ver mucho con el hartazgo de los italianos. Nada más hay que ver la respuesta que ha dado el líder de la Italia de los Valores, Antonio Di Pietro, que tras dejar claro que la agresión a Berlusconi no debe servir de excusa para olvidar el «mal Gobierno».

Pero aparte de ese mal Gobierno, la agresión al Premier italiano puede tener mucho que ver con lo que afirmó Barack Obama al recoger en Oslo su todavía no ganado Premio Nobel de la Paz. Obama dijo que determinadas situaciones justificaban la guerra.

¡Más claro, ni el agua!

En Guinea Ecuatorial, donde a poco que se trabajase de forma organizada y coordinada (la oposición), Moratinos lo podía tener peor que un bocadillo a la puerta del recreo de una escuela de Etiopía, y que nos perdonen los niños etíopes.  Y detrás del de Exteriores vendría el lobby de la «constatación», con Zapatero a la cabeza.

Si parece que en la ex colonia española algunos han intentado darle con la Duomo en la cabeza al sátrapa guineano; pero, por desgracia, algunos -con toda seguridad inocentes-están pagando esa osadía de -con seguridad- otros.

Con una muestra más de la democracia que impera en Guinea Ecuatorial, Obiang y sus esbirros han osado justificar que no invitaron a los periodistas españoles a las elecciones presidenciales porque habían «puesto a parir» a Obiang.

Obiang aparenta estar tranquilo tras las elecciones presidenciales, pero no es cierto, el hormigueo en el estómago es constante. Ya han pasado las felicitaciones de Nicolas Sarkozy y de alguno más. Entre las más destacadas resalta la felicitación de la delegación del Reino Unido en la reunión de Naciones Unidas, que no reparó en agradecer al tirano el «tratamiento» dado al «caso de Simon Mann«. Pero él tiene que atender los problemas domésticos. Todavía tiene en la cárcel de Black Beach a dos miembros de la dirección de UP, Marcelino Manuel Nguema Esono y Santiago Asumu Nguema, donde las fuerzas de seguridad del dictador tratan de obligarles a declarar en contra del presidente de su partido, Faustino Ondó Ebang.

Despistados andan los buscadores de información, pues parece que no hay «cosillas» sobre Guinea Ecuatorial, pero nosotros creemos que los guineos (así los denomina ahora Severo Moto basándose  en expertos lingüistas y antropólogos) han aprendido mucho. Y una de esas enseñanzas ha sido la de en «boca cerrada no entran moscas».

Lo que si ha llamado la atención ha sido el artículo de Moto sobre Aminetu Haidar, y la asistencia del líder de Unión Popular, Faustino Ondó, a las concentraciones en Madrid, frente a la sede de Exteriores en apoyo de la activista saharaui ¿Habrá algo más?