espacioseuropeos.com (17/1/2010)
«La Gaceta» y «Libertad Digital» publican hoy información sobre la entrevista que el pasado sábado en «Diálogos al límite», de Intereconomía, le hizo el periodista Carlos Dávila a Federico Jiménez Losantos, director del programa «Es la Mañana de Federico» que emite la emisora es.Radio.
Sobre su salida de la COPE (Cadena de Ondas Populares), Losantos dijo que «Presionaron el Rey, el Gobierno y Rajoy«. Los dos últimos años en esa emisora, revela Losantos, «han sido horrorosos (…) Cantidad de presiones por todos los lados. Lo malo era la tensión con los que te pedían que siguieras».
Las presiones para que la COPE no le renovara su contrato fueron «a tres niveles: la del Rey, la del Gobierno y la de Mariano Rajoy (…) llega un momento en que Rouco tira la toalla ante los nacionalistas», en concreto ante el «frente creado con Sistach«. Por su parte Cañizares «se pasa al otro bando porque piensa que así hereda a Rouco«, y en un momento dado se «produce la corrupción de este príncipe de la Iglesia», recoge «Libertad Digital».
Sobre el periodismo actual, Losantos contesta a Dávila que «Es una mafia, un monopolio de propiedad y de contenidos». El ejemplo lo pone Losantos: «España es un país donde el dueño puede tener Avui y La Razón».
Es el triunfo de la política y los políticos «como casta», que dominan a los jueces y a los medios, responde el periodista al director de «La Gaceta».
Afirma Jiménez Losantos que el «régimen está muerto», a pesar de que la historia demuestra que «ha habido bastantes veces que regímenes muertos han durado hasta décadas (…) sin fuego ni nada».
A la reflexión de Dávila acerca de que cada día le gusta más España y menos los españoles, Losantos responde que los valores sobre los que se asienta España «tienen casi dos mil años», España ha sido la «única gran nación que echó al Islam».
Al referirse al intento de «extirpar» valores como la familia, la propiedad o la religión, Losantos comentó que «Zapatero está triunfando donde fracasaron Largo Caballero y Negrín«, y en cuanto a las soluciones para la regeneración de España, concluye que «estamos abocados o a una reforma constitucional con otro inquilino en La Zarzuela o a una república nacional en una zona más reducida de España, por supuesto sin Cataluña».
Ahora, a esperar las reacciones, que decimos nosotros.