espacioseuropeos.com (10/2/2010)presidente-de-iran
La presión internacional, liderada por Estados Unidos, está aumentando a favor de nuevas sanciones contra el régimen iraní, especialmente después de que Irán anunciara nuevas medidas para aumentar y diversificar la producción de combustible nuclear y plantas de enriquecimiento.

Estados Unidos, Francia e Israel son los países que están presionando más para una nueva ronda de medidas contra Irán. Estados Unidos pretende que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte en pocos días una resolución sobre el programa nuclear de Irán.

El pasado lunes, Ali Asghar Soltanieh, embajador iraní ante la Agencia Internacional de Energía Atómica, manifestó que Irán ha sido obligado «a comenzar a refinar uranio a un nivel más alto por culpa de los poderes internacionales, que durante meses ignoraron su propuesta de intercambio de combustibles«, de acuerdo con la información facilitada por la cadena Democracy Now: «Durante meses estuvimos esperando respuestas a nuestra propuesta. En breve y concluyendo, había un elemento común en ambas propuestas. Este era que Irán estaba listo para enviar material requerido equivalente y recibir simultáneamente el combustible«, manifestó.

Los argumentos de Soltanieh de acuerdo con la misma fuente se centraron en que la comunidad internacional debería haber apreciado «esta concesión de Irán y en realidad no queríamos producirlo nosotros, de lo contrario hubiéramos empezado hace ocho meses porque somos expertos en la tecnología de enriquecimiento. Nos obligaron a elegir esta opción, deberían ser responsabilizados quienes nos ignoraron por completo durante los últimos nueve meses o la mayor parte de ese período».

El enriquecimiento de uranio  que Irán está llevando a cabo es insuficiente, de acuerdo con los informes de especialistas, para la fabricación de armas nucleares. A pesar de ello, Estados Unidos está incrementando sus presiones para que la UE y, sobre todo, el Consejo de Seguridad, adopten a la mayor brevedad, las medidas que considera oportunas. No obstante, hay voces disidentes, como la de Brasil, que a través de su  canciller  Celso Amorim, manifestó que la aplicación de sanciones contra Irán no conseguirá que «ese país cambie su política nuclear«, a la vez que abogó por la negociación.

Ayer, en Teherán, grupos de iraníes se manifestaron ante las embajadas de Italia y Francia, lanzando huevos y piedras contra los dos edificios. La policía iraní desplegó unidades para proteger estas delegaciones diplomáticas, así como las de Alemania y Holanda, amenazadas por los manifestantes.