J.M.G.T. (16/6/2010)
El secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, ha eludido pronunciarse, durante un desayuno informativo organizado por el Club Internacional de Prensa, sobre la actuación de Hugo Chaves, que demuestra tener en el punto de mira a la TV privada de Venezuela, personificada en la actualidad, sobre todo, por Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión. El diplomático español lo justificó por considerarlo un asunto interno de Venezuela.
Ante el planteamiento de una doble vara de medir, por parte del Gobierno español, sobre cuestiones que afectan al comportamiento democrático en países de Iberoamérica, por comparación, por ejemplo, con Honduras, Juan Pablo de Laiglesia, entró en un amplio relato de antecedentes, insistiendo en el relevo del ex presidente hondureño Zelaya por un golpe de Estado, condenado internacionalmente. A partir de ahí, señaló que España no se ha instalado en un cómodo rechazo porque no se puede ignorar la realidad existente. Se pretende, como premisa, la reconciliación del pueblo hondureño.
De Laiglesia, sin visos de autocrítica, expuso las supuestas excelencias del semestre de la presidencia española de la Unión Europea, en relación con los países del subcontinente americano. Habló de una reducción momentáneas de la ayuda al desarrollo y negó que se descarte el objetivo del 7%, que sólo se retrasa, por la crisis. Parte del supuesto del rápido crecimiento que se produjo de los fondos para la cooperación cuando la situación lo permitió. Pero, si se reconoce que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades ¿no ha ocurrido también en ese apartado, que habrá contribuido, como un capítulo más, a nuestra profundización en la crisis?
Aquellos países reciben -nos dijo el invitado del CIP- alrededor del 50% de nuestro presupuesto para la cooperación al desarrollo. Puso de relieve también el incremento de las relaciones económicas, sobre todo por las inversiones españolas allá.
Sobre el problema de los españoles expropiados en Venezuela, indicó que se creó una Comisión (¡lagarto, lagarto!, surge en la mente con el recuerdo de Napoleón, Romanones y otros expertos históricos en Comisiones que conducen a ninguna parte). Esa Comisión ya ha examinado todos los casos presentados y tiene pendiente la formulación de propuestas.
La renuncia del magistrado español Carlos Castresana de su cargo como director en funciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, después de haber revelado pruebas que vinculaban al fiscal general, Conrado Reyes, con los supuestos autores intelectuales de varios crímenes, ha sido calificada por Laigelsia como una «pésima noticia». Descalificó además la campaña realizada por algunos elementos de la sociedad guatemalteca y aseguró que «nosotros no tenemos dudas sobre la actuación de Castresana«.