Pedro Godoy P. (19/6/2010)
El Instituto Internacional de Estudios para La Paz en su informe 2009 expresa que Chile, en Latinoamérica, se ubica en tercer lugar, después de Brasil y Colombia en gasto militar. Brasil lo encabeza con 27.124 millones de dólares; Colombia, con 10.055 millones y Chile, con 5.683… En el último decenio nuestro país aumentó sus egresos en artefactos bélicos de tierra, mar y aire en 48 por ciento. Si se mide en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), el país que más recursos destina a las armas es Colombia, con el 3,7 por ciento, sólo dos décimas más que Chile que ocupa el segundo.
Se debe advertir que esta etapa se corresponde a las presidencias de Lagos y Bachelet cuya matrícula «socialista» es dudosa dado que la tienda fundada por Marmaduque Grove y Eugenio González se proclama latinoamericanista.
El delirio armamentista de Santiago ha sido denunciado por CEDECH (www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com) de modo temprano y sostenido. Los Estados fronterizos necesariamente se incomodan si un vecino se arma de modo excesivo. De por medio está la geopolítica oficial con sus arqueológicas hipótesis de conflicto y –¿por qué ocultarlo?- el afán de enriquecerse de personeros ligados al Ministerio de Defensa. Urge que intervenga UNASUR, OEA o la ONU ante el desatino que pone en peligro la paz del Cono Sur.
Al mismo tiempo, tales compras implican distraer fondos vitales para la salud, la educación, la reconstrucción y la seguridad. Esto último se refiere al abrumador alud delincuencial. Los argumentos: la «normal renovación de equipo» y de «política militar disuasiva» son más falsos que Judas.
N. de la R.
El profesor Pedro Godoy P. es miembro del Centro de Estudios Chilenos (CEDECH).