espacioseuropeos.com (5/6/2010)victor-orban-primer-ministro-de-hungria
El nuevo gobierno húngaro se ha encontrado bajo las alfombras una crisis que puede ser aún pero que la que padece Grecia. Al parecer, las finanzas públicas húngaras están en un estado mucho peor de lo que esperaban los nuevos gobernantes.

La situación económica de Hungría -de acuerdo con las declaraciones efectuadas por su Ejecutivo- es muy grave: el país se encuentra al borde de la bancarrota según declaraciones del portavoz gubernamental.

Hungría no pertenece a la zona euro, pero sus problemas financieros van a afectar a países de la UE como ha ocurrido con España.

El nuevo gobierno húngaro achaca esta situación al anterior gobierno, que «manipuló los datos -sobre el estado real de la economía- tal como lo había hecho Grecia», razón por la cual la moneda húngara (forint) se ha tenido que devaluar un 2 por ciento en su paridad con el euro.

A pesar de las declaraciones gubernamentales sobre el desastre financiero húngaro, y las manifestaciones del Primer Ministro Victor Orban, acerca de que la situación no se solventará mediante chapuzas económicas ni con meros con recortes, la UE desconfía de la autenticidad de la supuesta nefasta situación financiera.

En octubre del año 2008, Hungría recibió un préstamo  de 25 mil millones de dólares, procedentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Unión Europea (UE) y  Banco Mundial (BM), cuyo objetivo fue salvar al país de la bancarrota en la que estaba sumido.

La banca española tiene 1.137 millones invertidos en deuda pública húngara, cantidad que a pesar del peligro que representa, es menor que la que otros países han depositado en el país. La banca alemana y austriaca es la principal acreedora de Hungría, seguido por Francia. Estados Unidos, Países Bajos, Japón y Portugal.

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