España
espacioseuropeos.com (15/7/2010)
Hasta ahora, el llamado debate sobre el estado de la Nación, nos ha dejado en la misma situación en que nos encontrábamos. Ni chicha ni limoná. Cada líder político a lo suyo. Zapatero le achaca la culpa de la actual crisis económica a Aznar y Bush; mientras Mariano Rajoy trata de descalificar al presidente del gobierno, pero sin presentar la tan ansiada moción de censura, pues tiene pavor a que no le voten CiU y PNV. Ya se sabe, los nacionalismos mandan. Son las minorías elitistas gracias al nefasto sistema electoral que nos metió con embudo la transición, es imposible de modificar.
Rajoy apabulló con cifras económicas del desastre al que nos ha conducido la política zapaterista, sorteando como pudo los constantes abucheos de la bancada socialista. Hasta «maricón» le llamó un diputado socialista. Pero, Rajoy no salió del armario; no entro al Estatut hasta que Zapatero le obligó a ello. Y es que Rajoy va a necesitar de los catalanes de CiU si quiere aposentar su trasero en La Moncloa.
La única novedad de este debate, hasta ahora, ha sido que Rajoy ha pedido elecciones anticipadas, a lo que Zapatero le ha dicho que él va a aguantar hasta lo imposible, y que lo que debe hacer es lanza una moción de censura. Pero aquí Rajoy calla, pues el PNV no le apoya, al menos por ahora. Los nacionalistas vascos negocian con Zapatero recobrar su feudo del País Vasco, quieren lanzar a la cuneta al PP de Antonio Basagoiti y por ello apoyan a Zapatero.
El presidente obligó a Rajoy a hablar del Estatut, y el gallego sólo respondió con eso de un «nuevo engaño», a la vez que le pidió que «deje el asunto en paz» y acate sin más la sentencia del Tribunal Constitucional.
Para confirmar esta posición de Rajoy -mira por donde-, ayer El Economista mostraba en portada el mensaje telefónico SMS que el líder del PP mandó a Pedro Arriola, uno de sus más conspicuos asesores. En el mensaje Rajoy escribió: «¡¡¡Cuidado!!! ¡¡¡Cuidado con el ‘compromiso de abordar los aspectos inconstitucionales del Estatut'».
Ese texto lo escribió Rajoy en respuesta a otro de Arriola en el que éste le mencionaba la ausencia de novedades en el discurso de Zapatero, excepto en lo relativo a las «pensiones».
El Economista fotografió el mensaje en el móvil de Rajoy, en pleno debate. El mensaje de Arriola iba referido a la promesa de Zapatero de hacer cambios de tipo legal para poder encajar los aspectos inconstitucionales en la Carta Magna, saltándose así el criterio de la sentencia del TC.
Rajoy camina de puntillas, pero de tanto forzar las puntas de los píes puede quedarse cojo.