Panamá
espacioseuropeos.com (11/7/2010)
Los enfrentamiepanama-conflictos-entre-sindicatos-y-gobiernontos entre fuerzas de la policía y trabajadores de fincas agrícolas han vuelto a ser los protagonistas en Panamá. La ciudad de Changuinola, al norte del país, ha sido el escenario de esos violentos enfrentamientos, mientras sindicatos y gobierno mantienen cierto diálogo con el fantasma de la huelga general amenazando.

Panamá se ha visto envuelta en una serie de disturbios que comenzaron el pasado jueves en la localidad de Changuinola, donde hasta el momento la violencia no ha amainado. Grupos de trabajadores bananeros asaltaron una comisaría de policía, donde un agente resultó herido de bala a consecuencia de los enfrentamientos habido en el cuartes. Tres de los agentes de policía siguen en poder de los manifestantes.

Al conflicto iniciado el jueves en la ciudad de  Changuinola  se han unido los estudiantes universitarios de la capital, así como otras organizaciones obreras. Esos colectivos salieron a la calle a mostrar su solidaridad con los trabajadores de las plantaciones de bananas.

El origen del conflicto se debe a que los trabajadores de Changuino se niegan a reconocer las nuevas leyes laborales, entre las que figura una normativa que elimina la obligación a las empresas de pagar la cuota sindical. Los obreros agrícolas protestan, asimismo, por la nueva legislación que permite a los empresarios sustituir a los trabajadores en caso de huelga.

El gobierno y los sindicatos se reunieron oficialmente ayer, pero hasta ahora, que sepamos, no se ha conseguido llegar a ningún acuerdo. Genaro López, líder sindicalista, declaró a la agencia de noticias AFP que el viernes no hubo acuerdos porque el gobierno «está exigiendo que se retire a los manifestantes de las calles para negociar, pero la población no va a permitir eso porque está en las calles precisamente para pedir la derogación de esa ley».

Por su parte, el gobierno panameño, a través de su portavoz en estas conversaciones, el ministro de Presidencia Jimmy Papadimitriu, comentó que las negociaciones se habían roto debido  a la «intransigencia» de los sindicalistas al «pedir la derogación de la ley».

El fantasma de la huelga, con sus impredecibles consecuencias, parece ya una realidad. La Iglesia Católica, sectores empresariales no vinculados directamente al conflicto, y la Universidad, se han ofrecido para mediar en el conflicto.

presidente-de-panama-ricardo-martinelliMientras tanto, el gobierno de  ha amenazado a la empresa Bocas Fruit Company, donde comenzaron los conflictos, debido a que esta compañía incumplió la legislación actual al retener de forma indebida salarios de los trabajadores y al no descontar la cuota obrero-sindical.

Lo cierto es que el gobierno presidido por Ricardo Martinelli no ha cumplido, a decir de los que protestas, con sus promesas de justicia e igualdad. El desánimo entre la población se ha extendido incluso a los estratos de la clase media. El gobierno está consiguiendo que ciertos sectores de la prensa comiencen a cuestionar en gran medida su actuación, motivo por el cual las autoridades panameñas han iniciado una campaña de atosigamiento.

De no llegar a un acuerdo de forma más o menos inmediata, todo hace presagiar que Panamá entre por la vereda de un estallido social. Ya no bastan las acusaciones del presidente Ricardo Martinelli contra los partidos políticos opositores, es hora de que el gobierno asuma sus errores y tome medidas para sofocar la protesta civil.