Guinea Ecuatorial
Severo-Matías Moto Nsa (20/9/2010)
Señor «Luquito»:
No quisiera que esta carta te causara ningún perjuicio ante el Presidente Obiang, ni que fuera objeto de fisura en la confianza que, desde tan alto cargo político, de Secretario General de PDGE, te une a Obiang Nguema, Presidente y hermano militante fundador de dicho partido.
Quisiera, simplemente traer a tu memoria, aquella noche del 6 de Junio de l996 en que me visitaste en la sede central del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial en Malabo. Y me trasladaste tu preocupación y la del propio Obiang Nguema Mbasogo.
Con signos de gran preocupación me hiciste ver que el «entorno» del Presidente Obiang no acababa de ser suficientemente de confianza; que las elecciones presidenciales recientemente celebradas (25 de febrero de 1996) no ofrecían garantías de seguridad y estabilidad al Presidente. Que el «entorno» se mostraba muy descontento. Y, sobre todo, venías a verme consciente de que mi encuentro, diálogo y conversación con Obiang Nguema, podían reconducir las cosas y abrir un cambio, antes de que «los de dentro» saltaran y se produjera una situación imposible.
Me ofrecí, como tantas otras veces, a este diálogo. Luego saliste, visiblemente contento, y visitaste, a renglón seguido, a Don Andrés Moisés Mba Ada, Presidente del Partido UP (¡que en paz descanse!). Tras lo cual nos llevaste a los dos en un flamante «Mercedes Benz» al encuentro del Presidente Obiang Nguema, en el Palacio del golpe de estado, «3 de Agosto».
Esta carta pretende, simplemente, tirar de la confianza y fe que depositaste en mí (y en Don Andrés) como posibles intermediarios capaces de suavizar, con una tercera vía, la de la salida institucional (DIÁLOGO) la tensión que vivía el Presidente Obiang y su entorno.
Recibo, Luquito, evidentemente preocupado, noticias sobre la campaña que, como Secretario General del PDGE estás llevando a cabo, hace algunos días. Campaña que, según aseguran los testigos, es para lograr que todo el mundo se afilie al PDGE y acepten, como animal de compañía, al hijo adoptivo de Constancia Mangue, Teodorín Nguema Mangue, pulpo ávido de robos, extorsiones, lujos, matanzas y droga, como su padre Obiang Nguema.
Como no podía ser de otra manera, y ante la natural dureza que se ha ido produciendo en los corazones de quienes no quieren ser del PDGE y prefieren otros partidos, te ves obligado a que se afilien a la fuerza. Me llegan noticias de casos de presión que llegan a agresiones, tomas de medidas, castigos, viviendas destruidas, locales expropiados, torturas y atentados contra quienes se niegan a ser del PDGE. Todo centrado, de momento, y de forma abierta, sobre dos formaciones políticas: CPDS y UP. Otros partidos ya parecen estar apagados y con el bozal económico de corrupción en la boca; algunos no pasan por el aro de la legalización y alguno (P.P.) ¡¡¡ya está ilegalizado!!! ¡Guau!. ¡¡Qué bien!! (Eso me cuentan que gritan desde sus cavernas los del PDGE, muy valientes).
Lo mismo que creíste en mí, Luquito, yo también creo en ti. (Otra cosa son los resultados… ante Obiang Nguema). Por eso me dirijo a ti.
Tras los asesinatos de los cuatro últimos guineanos, traicionados, secuestrados extraditados a Guinea y asesinados, el Presiente de Guinea Ecuatorial, ante el enfado mundial, se ha quejado de que «los amigos» no le aconsejaron otra cosa… Yo sé que eres su amigo y de confianza. Por eso te propongo que le pidas al Presidente Obiang Nguema que, antes que obligarte a tener que seguir machacando, castigando y despreciando a la gente sencilla, humilde y humillada, hambrienta, desprotegida, haga lo mismo que hizo su tío Macías Nguema: Decretar el PARTIDO UNICO NACIONAL de… no sé qué … ALGO. (Antes era de TRABAJADORES…)
Una vez dictado este decreto, quedarán ilegalizados los partidos políticos de oposición al PDGE. Que el partido único mantenga sus puertas abiertas a quien quiera entrar de nuevo, libremente. Y sobre todo no habrá problemas de competencia ni estorbos electorales.
Sé que quienes no se afilien al PDGE, igual que sucedía con PUNT (Partido Único Nacional de Trabajadores) van a seguir siendo objeto de represalias, castigos, torturas y atentados. Pero es mejor así, que culpar y machacar a la gente, cuando legalmente se les ha permitido ejercer sus libertades políticas, a filiándose libremente al partido que prefieran.
Todavía es algo peor, de cara a los afiliados, ver cómo ellos ¡SÍ! que están perseguidos y maltratados cobardemente en los poblados y rincones del país; mientras sus jefes, se confiesan fieles, y comulgan en la mesa de sacrificios humanos del dictador, en la capital.
¡¡Justicia, Luquito, Justicia!!
Quitad los partidos de oposición. Reducidlos a la clandestinidad (donde, sin duda, somos más fuertes y activos). Quedaos con un partido único. Para muchos que os miran desde fuera, «eso es mucho más natural y africano» que pretender demostrar que sois capaces de rivalizar con otros partidos. Ya que lo podéis todo, (lo cual ya es signo de «valentía»); también podéis dejar en paz, pasar de la gente que no os quieren y tenéis que torturar, (lo cual también es signo de valentía)
Reitero, Luquito, mi deseo de que esta carta no sirva de enfado a Obiang Nguema, contra ti. Él sabe a la perfección que nada en absoluto nos une a ti y a mí; fuera del caso inútil con el que he comenzado esta carta.
En cualquier caso, si hay represalias, espero que tengas tiempo para pegarte un buen trago de ese líquido (que Obiang Nguema ha convertido en «elixir de la vida») y que chorrean las vísceras humanas que el tirano acaba de vender a unos médicos de un hospital de Sudáfrica.