Economía
Manuel Funes Robert (7/9/2010)manuel-funes-robert-1
Movidos y presididos por la visión de ZP que dice «cueste lo que cueste y a rajatabla» se ha reunido la Comisión Delegada de Asuntos Económicos poniendo en el centro la austeridad como guía para hundir más la demanda cuando la insuficiencia de esta es el problema. Quieren reducir un 15% adicional el gasto público.

Llevamos décadas atacando las políticas de ajuste. Pero la emprendida por ZP ha llegado más lejos que en ningún otro. En la historia del ajuste nunca se habló de reducir salarios sino de congelarlos lo que de paso provoca la caída de la productividad. Y en cuanto a los trabajadores de las empresas afectadas por el recorte de las infraestructuras obtiene el efecto contrario: las empresas afectadas por el recorte de la obra pública despiden a los trabajadores al tener que ajustar sus plantillas y aquellos, que con sus salarios contribuían a la demanda y que con sus retenciones aportaban a los ingresos privados, se convierten en desempleados a cargo del Estado. Las medidas del gobierno no es que sean  dolorosas e inevitables, sino dolorosas y contraproducentes. En cambio con la expansión, al aumentar los ingresos  del Estado y disminuir los gastos extraordinarios se logra de forma sencilla e incruenta lo que se busca.

El gasto público es ingreso privado y este, demanda adicional. Hoy podemos buscar el equilibrio aumentando la oferta porque tenemos paro de personas y de equipo y solo nos falta financiación. Y es el  BCE quien puede y debe suministrarla a coste cero y plazo el que convenga. No ver esta solución incruenta y sencilla y aferrarse a la cruenta es una mezcla explosiva de interese privados e ignorancia de los economistas.

No nos cansaremos de alabar al equipo económico de Obama que resiste con firmeza las presiones de la UE para que cambie su política fiscal («LA UE REABRE LA GUERRA CON EE UU SOBRE LOS AJUSTES FISCALES EN EL G-20», EL PAIS, 4-9-10). De su resistencia depende la recuperación americana que se transmitirá al resto de occidente. El BCE por su parte,  continúa olvidando que su obligación es garantizar la liquidez, no la estabilidad de los precios.

Pero no todo son malas noticias. En el boletín diario que recibo amablemente de Federico Saenz de Santamaría, concretamente en el de viernes pasado, se analizan los datos del INE despojados de interpretaciones políticas y por tanto interesadas. La demanda interna creció un 3% así como la industria auxiliar de la construcción (saneamiento, andamios, puertas, grúas). Otro dato tremendamente importante es que el consumo privado también creció, esta vez en un 5%.

Datos como estos por si solos son capaces de animar a los consumidores a acudir a las tiendas, que es la única solución a la crisis y por tanto al terrible desempleo y como hemos dicho antes, incluso al equilibrio presupuestario.

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