España/Sáhara Occidental
Carlos Ruiz Miguel (23/11/2010)zapatero-y-trinidad-jimenez
Trinidad Jiménez nueva ministra de Asuntos Exteriores, fue hasta ahora ministra de Sanidad. Aunque no lo parezca, un análisis de su gestión en ese ministerio nos puede iluminar sobre la gestión que está haciendo del asunto del Sáhara Occidental en el nuevo.

Dicen que cuando el sabio señala con su dedo a la luna los necios miran al dedo. Esto viene a cuento por la polémica suscitada en torno a las palabras de la consejera de Sanidad de Galicia, Pilar Farjas para justificar la elaboración de un catálogo priorizado de medicamentos en la sanidad pública.

En el contexto de la actual crisis económica, Farjas ha tenido la buena idea de elaborar un «catálogo priorizado de medicamentos». Para ello quiere impulsar una ley autonómica que contenga una lista de aquellos medicamentos que, por su relación precio-eficacia, deban ser recetados por los médicos de la sanidad pública regional.

Contra esta medida se han alzado la patronal de empresas farmacéuticas («Farmaindustria») y el PSOE y el Ministerio de Sanidad del Gobierno de la Nación. Ambos alegan una cuestión formal para oponerse, a saber, que a su juicio la Comunidad Autónoma no tendría competencias para elaborar este catálogo. Por otro lado, aparentemente desconectado de ambos se intenta provocar una movilización ciudadana en «defensa» de la sanidad pública dando a entender que la obligación de recetar fármacos más baratos va a redundar en perjuicio de la sanidad pública.

Para defenderse de los intentos del Gobierno de la Nación de impedir que prospere la propuesta de Pilar Farjas, la consejera usó una desafortunada expresión pidiendo al Gobierno que respetara la «soberanía gallega». Y aquí es donde encontramos el dedo y la luna. Ante un asunto de esta importancia económica muchos medios han resaltado una expresión inapropiada utilizada por Farjas en defensa de su propuesta («soberanía gallega») por encima de la propia propuesta en sí.

La realidad, sin embargo, es que hay que mirar a la luna y no al dedo. La realidad es que la administración autonómica (como el resto de las administraciones públicas) tiene un déficit insostenible mientras las grandes empresas farmacéuticas tienen beneficios fabulosos. La realidad es que un político no puede prometer lo imposible, sino hacer lo mejor contando con lo posible. Y eso es lo que ha hecho Farjas. Lo opuesto a lo que hizo en su día la sonriente Trinidad Jiménez. Recordemos: el gobierno de Rodríguez Zapatero, siendo Jiménez ministra de Sanidad destinó 333 millones de euros, de los cuales 270 millones se destinaron a comprar 37 millones de vacunas para combatir la «gripe A», una supuesta pandemia… que no existió, pero que nos salió muy cara a los contribuyentes y muy rentable a alguna farmacéutica.

Es curioso, esta misma persona, Trinidad Jiménez, ahora como Ministra de Asuntos Exteriores, apoya a Mohamed VI en la crisis del Sáhara Occidental y el mismo presidente, Rodríguez Zapatero dice que el Gobierno pone por delante los «intereses» de «España». A la vista de la gestión de Rodríguez Zapatero y de Trinidad Jiménez con la «gripe A», no hay duda que ponen por delante «intereses». Lo que no está tan claro es que sean los de «España».

NOTA:
Este artículo, con ligeros cambios, se publicó en el diario ABC, edición de Galicia, el domingo 21 de noviembre de 2010.  N. de la R.
Este artículo se publica con la autorización de su autor, Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Santiago de Compostela, que también pueden ver en
desdeelatlantico.