Irak
espacioseuropeos.com (3/11/2010)iran-irak
Cada día que pasa es más evidente que la invasión de Irak, aparte de ser una cruel decisión, no ha llevado la paz al país, ni ha contribuido a democratizarlo ni la esperanza de vida ha aumentado ni la prosperidad se ha distribuido. Más bien todo lo contrario. La invasión y posterior guerra, ha dejado un país en plena guerra civil, dividido, con sus recursos energéticos en manos de los invasores y con unas tasas de mortalidad infantil antes desconocidas.

A todo esto, se suman los continuos atentados de unos y otros -algunos, incluso atribuidos de forma interesado sin verificación-, que dejan una secuela de muertos que va en aumento día a día.

Ayer, por ejemplo, Bagdad  sufrió una cadena de atentados que causó, hasta el momento, 80 muertos y más de 230 heridos de diversa consideración.

Varios distritos de la capital iraní padecieron las explosiones causadas por coches-bomba y artefactos colocados en carreteras. Estas explosiones se produjeron en lugares de gran afluencia de personas, especialmente en los de población chiíta.

Esta ola de atentados se produce un mes después del anuncio de las autoridades locales y el mando militar estadounidense, de que se habían acabado con la casi totalidad de las bandas armadas.

Un ejemplo de esa violencia ha sido el caso de las 50 personas muertas y más de 70 heridas el pasado domingo en un ataque a una iglesia católica. El sangriento ataque tuvo lugar en Bagdad, y fue reivindicado por el grupo Estado Islámico de Irak, conocido por ser el brazo de Al Qaeda en la zona.