espacioseuropeos.com (12/5/2010)
El pasado lunes, no menos de 119 personas murieron en Irak y, aproximadamente, 300 resultaron heridas, a causa de atentados con bombas. Las explosiones se produjeron en diez ciudades de iraquíes, entre ellas Bagdad, Hilla, Faluya, Mosul y Basora. El lunes se convirtió en el día más letal en lo que va de año. De acuerdo con las informaciones transmitidas por agencias de noticias occidentales, funcionarios iraquíes achacan estos atentados a Al Qaeda, y consideran que los llevó a cabo en respuesta a los «asesinatos y arrestos de algunas de las principales figuras» de su movimiento.
Aparte de las explosiones con bombas, grupos armados atacaron cinco puestos de control de la Policía y el Ejército.
Hila, ciudad situada a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, sufrió el mayor ataque. Los terroristas colocaron dos coches-bomba en una zona de aparcamiento a la salida de los trabajadores de una fábrica de tejidos. Pero, cuando los equipos de auxilio llegaron a la zona de los hechos, un suicida cargado con un explosivo provoco la tercera explosión en la ciudad.
UNICEF ha informado, que a causa de la violencia que no cesa desde la invasión en 2004, el número de ciudadanos iraquíes desplazados ha aumentado en un 25 por ciento.
Por otro lado, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó ayer como «lamentable e injustificable» la ola de atentados que tuvieron lugar el lunes en Irak. En un comunicado, el secretario general de la ONU, manifiesta su solidaridad con el pueblo iraquí.