Sin Acritud…
Javier Perote Pellón (19/3/2011)
Concitar alrededor de Gadafi fobias y rencores es fácil; el personaje mismo con sus histrionismos y payasadas, además del temor inspirado en sus años de terrorismo, se lo ha venido trabajando con singular acierto. Así que creo no ser necesario añadir más descalificativos en lo que parece ser un intento de justificar ante la opinión pública una intervención armada en Libia.
Es bueno recordar que fue Francia el país que se opuso en el Consejo de Seguridad a que la MINURSO, la Misión de la ONU para el referendo en el Sáhara, tuviera entre sus misiones el velar por el respeto de los derechos humanos de la población saharaui, a pesar de la cantidad de violaciones denunciadas, que ha habido en estos treinta y tantos años. Es bueno recordarlo, digo, porque este país ahora trata de convencernos de que ha sido por razones humanitarias el interés que ha puesto en arrastrar a los demás miembros del Consejo de Seguridad a aceptar una resolución que permita intervenir en Libia.
Ya ocurrió con Sadam Hussein, otro personaje que por si sólo se había granjeado los odios de todo el mundo incluidos gran parte de su propia población. Pero fue necesario cargar la mano al describir al monstruo para justificar ante el mundo la que le tenían preparada. No fue para liberar al pueblo iraquí de la dictadura de Sadam, ni fue por razones humanitarias en favor de la población iraquí por lo que desencadenaron la «tormenta del desierto» cuando Sadam ya se retiraba de Kuwait y había liberado a todos los rehenes. En aquella autopista de la muerte quienes murieron a cientos fueron iraquíes, no fueron Sadam ni ninguno de los suyos; fueron pobres soldados que difícilmente tuvieron otra opción que enfrentarse a aquella monstruosidad de fuego y destrucción.
Es difícil en cualquier país, mucho más en una dictadura, evitar el verse implicado en acciones de guerra, máxime si estas tienen la apariencia de guerra defensiva a las cuales se añade el factor patriótico.
La población libia esté a favor o en contra de Gadafi se defenderá si es atacada. Unos por puro patriotismo, otros por temor a las represalias caso de negarse a empuñar las armas, y como en el caso de Irak serán libios de a pié los que mueran.
Pero unos y otros tendrán claro, como ocurrió con los iraquíes, que la trampa en que están metidos tiene poco que ver con la maldad de sus gobernantes y mucho con la ambición del civilizado mundo occidental. ¡El petróleo, siempre el petróleo!
No ha de pasar mucho tiempo para que nos enteremos de cuales son las verdaderas razones de Francia en esta aventura cuya actitud contrasta fuertemente con la adoptada en 1991 en que se opuso a la guerra contra Sadam cuyas violaciones de derechos humanos contra la población Kurda aventajaban a todo lo que haya podido hacer Gadafi. En 1991, Chirac se opuso a la guerra por que tenía con Sadam unos contratos muy ventajosos y, como ya es sabido, recibía sustanciosas cantidades de dinero Ahora Sarcozy lidera el apoyo a la insurgencia para tener un trato preferencial con los que se supone van a ser los nuevos gobernantes libios; ya se ha olvidado de todo el dinero que recibió de Trípoli.
Lo tiene crudo Gadafi, van a por él, y ya puede hacer lo que sea que no tiene escapatoria. Ni que decrete el alto el fuego ni nada; está sentenciado. Desde que empezaron los conflictos internos en Libia se preocuparon de hacernos ver que aquella minoría de opositores que se levantaron ¿espontáneamente? en armas contra el poder eran los verdaderos representantes del pueblo libio. ¿Quién movió los hilos de esta marioneta? Dicen que Gadafi se había quedado solo, que su ejército estaba compuesto esencialmente de mercenarios, miles de mercenarios.
Las unidades más combativas del ejército del Reino Unido, los hurgas que actuaron en las Malvinas son mercenarios. Los negros de EE. UU. se ganaron el derecho a ser ciudadanos pagando un duro peaje en la guerra mundial y los que sacaron las castañas del fuego a los franceses fueron mercenarios de sus colonias. La Legión Francesa es un cuerpo de mercenarios y en el ejército español que está combatiendo en Afganistán hay numerosos mercenarios y algunos de ellos ya han muerto por servir a España.
Como contrapunto no dejan de ensalzar la oportuna declaración de intenciones de Mohamed VI y para completar el cuadro dejaron deslizar la especie de que entre los mercenarios había muchos saharauis ¿sic?; esto se llama matar dos pájaros de un tiro
Por si faltaba algo para salir de dudas de las oscuras intenciones que se ocultan tras esta movida, hasta ¡Arístegui se ha manifestado a favor de la guerra! Ha estado callado un montón de años y ahora nos enteramos de que estuvo destinado en Libia y que ya allí tuvo la oportunidad de enterarse de todas las corrupciones y abusos del régimen de Gadafi ¿Porqué no lo ha contado hasta ahora?
Zapatero y las ministras de pena. Pero qué se puede esperar de estos socialdemócratas que desde que se cargaron a su correligionaria Rosa Luxemburg ¡por oponerse a la guerra! parece que lleven en la sangre el chaqueteo y el oportunismo. Sabemos lo que son los políticos pero esta hipocresía es demasiado.
Dicen que el mundo está mejor sin Sadam Hussein, pero lo cierto es que Irak está peor. Ahora también dicen que el mundo sin Gadafi estará mejor, es posible, pero lo que sin duda estaría mejor sería España sin Zapatero.
Última hora: cazas de combate franceses, modelo Rafale, han comenzado la caza.