Guinea Ecuatorial
Abaha (1/3/2011)guerrero-fang
La U.D.D.S. de Guinea Ecuatorial, que lidera Aquilino Nguema, se queja en un comunicado de prensa de que Teodorín Nguema, hijo del dictador de Guinea Ecuatorial, haya encargado a la empresa alemana ´Kusch´ el diseño de un «lujosísimo» yate. El capricho costará casi 400 millones de euros. El buenazo del secretario general de la UDDS, se suma a la petición, ¿a quién?, de la ONG Global Witness, «para que Alemania legisle en el sentido de obligar a las empresas de su país a que revisen encargos de este tipo y pide además a las autoridades alemanas que abran una investigación sobre este asunto que salpica al gobierno alemán».

La idea es tan buena como inútil, de difícil aplicación. Pues habría que empezar por averiguar de dónde leches sacan los fondos las ONG, las asociaciones, etc., etc. Ya de paso, los de Global Witness harían bien en explicarnos algunos asuntillos (México, Angola, Potomac, Kribi…) y por qué no se dirigen al gobierno de Su Majestad y a la Administración Obama y le piden, más o menos, lo mismo que a Alemania. Por ejemplo, que se hagan públicos los contratos de las petroleras con el sátrapa guineano.  Bueno, para qué seguir…

El Partido del Progreso, que lidera Severo Moto, con la inestimable ayuda de Armengol Engonga,  ha celebrado su XXVIII aniversario por todo lo alto. Nosotros no hemos podido brindar con ellos, pues no hemos sido invitados al ágape, refrigerio o lo que sea. ¿Olvido? ¿Enfado? ¿Rechazo? Que más da. A lo hecho, pecho.

Otra nueva sigla política ha surgido en el panorama de la oposición a Obiang Nguema, y es el Movimiento Social Demócrata. Algunos nos han dicho que puede ser la alternativa socialista al CPDS, quemado y chamuscado desde su colaboración con la dictadura desde 2004; otros opinan que está más a la izquierda. En cualquier caso, pronto lo sabremos.

Ahora, la fotito e la pantomima. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, junto a Obiang Nguema Mbasogo y a su homólogo gabonés, Ali Bongo Ondimba, lanzan a los cuatro vientos que el problema de la soberanía de la isla de Mbañé  está ya casi a «punto de caramelo». España, colaborador necesario, agachará la testa y Francia pondrá en marcha la guillotina.

Hemos leído el capítulo de un libro, todavía inédito, sobre los sangrientos acontecimientos de Luba (Malabo), del 21 de enero de 1998, contra el pueblo Bubi,  y se nos han puesto los pelos como escarpias. ¡Que horror! Si el autor nos lo permite, publicaremos algo sobre ello, y si no nos deja, algo haremos. Lo ocurrido en esos días no puede quedar impune.

Se nos queja un ilustre colaborador anónimo de la acumulación y mal uso de los tres poderes (legislativo, judicial y ejecutivo) en manos del dictador Obiang, «y el abuso de estos poderes por  parte del dirigente y de los que le acompañan en el gobierno y en la maligna labor de dictar leyes y ejecutarlas al margen del consentimiento del pueblo».

Ese mismo comunicante nos asegura que el pueblo guineo, como él suele decir, está muy harto y mirando a Egipto, Túnez y Libia, esperando su momento, que nos anuncia será en la Plaza del Reloj de Bata…