Sáhara Occidental
Javier Perote  (24/3/2011)hilaria-clinton-y-mohamed-vi
La señora Clinton no para de hablar y ha vuelto  a considerar realista la entrega del Sáhara a Marruecos, disimulada  bajo  la fórmula de una autonomía. No es nuevo este realismo de la diplomacia americana.

Realista ya se pensó que fue la entrega del territorio a Marruecos en 1975 pero esa solución llevó a quince años de guerra, mucho sufrimiento para el pueblo saharaui y mucho sufrimiento para los combatientes de los ejércitos de uno y otro lado.

Han pasado treinta y cinco años y está claro que  aquella no fue una solución realista. En aquella ocasión no se tuvieron en cuenta los derechos de los saharauis, solo se pensó en los intereses de Francia, EE. UU.  y Marruecos que no tenían ningún derecho.

Algunos dicen que  también se pensó en  los intereses de España  ¿se pensó,  o simplemente, se obedeció?

Parece que está en la naturaleza humana el confundir deseos con la realidad, transformar el mal en  bien, el vicio  en virtud, etc. Es frecuente, muy frecuente, inventarse una necesidad que justifique una acción aún a costa de disimular la maldad intrínseca que en ella se esconde. Hitler consideró una necesidad  exterminar a los judíos por considerarlos un estorbo para la construcción de la ´Gran Alemania´ y para ello  se inventaron, no solo  los hornos crematorios sino también las horribles prácticas médicas con los prisioneros. Hassan II tampoco tuvo demasiados escrúpulos en aplicar con generosidad su bestial medicina, jarabe de palo, sobre los saharauis que tenía encerrados en su jardín secreto; al parecer,  medidas necesarias para la construcción del  ´Gran Marruecos´. Y es que primero se  ejecuta un hecho y luego se busca una disculpa. Es lo mismo que cuando los políticos de un país justifican la venta de armas diciendo que si no son ellos será otro país el que las venda. Yo presencié como  un hombre se disculpaba de haber violado a su hija de 13  o 14 años porque, según decía, si no hubiera sido él, otro hubiera sido el primero.

Bertolt Brecht ya advirtió en la irresistible ascensión de Ui: el vientre que ha parido esta cosa bestial todavía es fecundo… Se refería al fascismo. Pero ¿no es fascismo puro invadir un país, como hizo Hitler,  y subyugar a sus gentes? y ¿no son fascistas quienes defienden estos hechos?

En una ocasión oí  por una importante emisora de radio (RNE) a un par de lenguaraces locutores que se mofaban cruelmente de la joven hija de los Clinton por considerar escaso  su  atractivo físico; me pareció grosero e injusto pues, ya puestos, se podían haber fijado en la mamá que no es que ande sobrada. En esta familia el único sobrado es el señor Clinton: muy bueno lo tuyo del puro, tío.

En la antigua Grecia ya se pensaba que los dioses cegaban a quién querían hundir; en la caso de la señora Clinton no ha sido necesario el auxilio divino para quitarla de en medio pues ella misma ya ha anunciado su renuncia a presentarse de nuevo a una elección, bendito sea Dios. Aunque bien mirado ya que Dios se ha ahorrado ese trabajo podía haberla dejado, si no ciega, por lo menos muda.