javier-peroteSáhara Occidental/ONU
Javier Perote Pellón (30/4/2011)
Ya  tenemos la nueva resolución del Consejo de Seguridad, la 1979, y como era de prever no recoge la petición que le han llegado  de  todas las partes para que la MINURSO se encargue de  vigilar  respeto a los derechos humanos de los saharauis.

La MINURSO es el organismo de la ONU que mejor podía haber efectuado ese cometido. Pero el CS ha desoído las innumerables peticiones que se le han hecho en este sentido, lo cual hace sospechar que no le interesa que se tenga ese control; si no, lo hubiera aceptado. En su lugar remite  esta tarea al Consejo de Derechos Humanos de la ONU no teniendo en cuenta tampoco  la opinión del alto Comisionado de la ONU para esos mismos derechos.

Y Marruecos frotándose las manos.

Cuando se filtró el borrador del informe que  Ban Ki-moon preparaba para el CS hubo quién  se apresuró a ver aspectos positivos en él pues por primera vez se mostraba una cierta preocupación por las  violaciones  de los Derechos Humanos  de la población saharaui, y se pensaba que era un paso muy positivo. Luego se ha visto que es un paso positivo pero muy corto. Tan corto que yo diría que es hasta negativo pues para lo único que va a servir es para que Marruecos, Francia la ONU y demás países lo utilicen como coartada para demostrar que el problema de los DD. HH. les preocupa, que ya está bajo  control  y por tanto carecerían de sentido las posibles denuncias que se hicieran  sobre esta cuestión Lo que han hecho ha sido un simple lavado de cara.

En cualquier país que tenga unas estructuras aceptablemente democráticas no son necesarias esas precauciones por que su ordenamiento jurídico ya cubre esos aspectos. Si la ONU ha considerado que son necesarias medidas adicionales que garanticen los derechos de la población, como lo demuestra  el hecho de que  se encargue al Consejo de DD. HH. de la ONU que se preocupe de esta cuestión, es porque tiene constancia de que en Marruecos no están garantizados estos derechos. Entonces, si esto es así,   lo lógico  hubiera sido  adoptar  las medidas más  eficaces para ello, como sería encargarle esa tarea a la MINURSO.

¿Por qué no se hace? La contestación es simple: porque no quieren, les basta con cubrir las apariencias pero en realidad lo que quieren es  que Marruecos pueda seguir atemorizando a los saharauis para que no se levanten y mientras tanto que vaya pasando el tiempo, que siempre corre a su favor.  Pero hay una cuestión también preocupante,  y es que sin darnos cuenta estamos cayendo en la trampa de considerar que con garantizar la integridad física de cada individuo está todo resuelto, como si la violación de los Derechos Humanos solo afectara  a ese ámbito sin considerar  la violencia  que se ejerce al privar a una persona o  simplemente entorpecer el ejercicio de sus derechos políticos o sociales,  como sería por ejemplo impedir manifestase a favor de la independencia  o seguir considerando incuestionable la causa del Sahara, la causa sagrada de Marruecos etc., etc.

Es importante advertir que la mayor violencia es la que se ejerce sobre todo un pueblo, pero no como la suma de violencias que se puedan ejercer sobre cada individuo sino sobre ese  conjunto como un sujeto  de derechos. El pueblo saharaui como un todo tiene  derecho a la autodeterminación,  a la independencia, a que se respete su cultura, su lengua. Tiene derecho a existir como tal pueblo diferenciado de los demás de su entorno etc.

Sería un paso importante que quedase garantizada la integridad física  de cada persona pero el gran paso será el reconocimiento y la realización práctica de los derechos del pueblo en su conjunto. La gran violencia seguirá existiendo    mientras no se respeten los derechos del Pueblo Saharaui.

Por otro lado la actitud del  Secretario General de la ONU, como así la de los que le han precedido en el cargo  es desconcertante  y cínica porque ¿cómo se comprende que se reconozca el derechoban-ki-moon-secretario-general-de-la-onu de autodeterminación del pueblo saharaui y al mismo tiempos se hagan alabanzas de la actitud positiva de Marruecos o de la vocación demócrata de su Rey y de su Gobierno  que están impidiendo que se pueda ejercer este derecho que afirman  reconocer? ¿O que países, que se proclaman demócratas y que incluso algunos de ellos se han propuesto hacer entrar en el redil de la democracia a otros países, incluso por la fuerza de las armas como ocurre tan a menudo,  apoyen contra su  propio discurso y contra la Doctrina de la ONU y sus resoluciones la ocupación del Sáhara por Marruecos?  ¿Cómo convencer a esos pueblos para que luchen contra sus gobiernos dictatoriales ante el pésimo ejemplo de los países que les animan a luchar?, como es el caso de Francia.  

Todo esto es de un cinismo asombroso y hace temer que se trate de una verdadera provocación al pueblo saharaui para que se levante en armas y tener una disculpa para acabar con él.

El mundo está necesitado de valores éticos y de gobernantes que pongan por encima de intereses, incluso los de sus propios países, esos valores.

N. de la R.
Javier Perote Pellón
es coronel del Ejército, escritor, y fundador de ADA (Asociación para el Desarrollo de África).