España
Alberto Montero (20/5/2011)
Como ni yo ni nadie gozamos del don de la ubicuidad, a uno solo le queda confiar en los ojos y sentidos de los amigos para sentir a su través aquello que no puede vivir de primera mano.
En este caso recurro, desde la distancia, a los ojos de mi amiga Ángeles para saber y aprender de lo que está ocurriendo en el núcleo de la indignación de este país. Un país en el que, hasta hace unos días, nos preguntábamos incrédulos qué estaba pasando porque nadie reaccionaba con la que estaba cayendo y ahora nos emocionamos porque, de repente, miles de ciudadanos han recuperado la cordura y la están contagiando como una pandemia.
N. de la R.
Esta nota se publica con la autorización de su autor, Alberto Omntero, que también pueden ver en La Otra Economía.