España
Manuel Funes Robert (30/5/2011)zapatero-y-rajoy
En medio de la euforia el PP no capta que las gentes no han pedido un cambio sino un castigo al autor material de agresiones directas a grupos importantes y homogéneos. Pero además, el PP centra en ZP la causa y responsabilidad de la crisis y no es así. ZP con sus mentiras al principio mantuvo la moral de consumo de quienes no habían sido tocados por el fatal fenómeno. Por ello, gracias a ZP la crisis llegó a España más tarde.

Centrémonos otra vez en el programa que ofrece el PP. Esta  brilla por su ausencia y no pasa de vulgaridades como «empecemos a trabajar, lo importante es acabar con el paro», que es lo mismo que decir que quiere acabar con el problema. Afirma el PP en síntesis que la solución…. Es la solución.

La causa de la crisis está en el exterior por un error dramático cometido al culminar la obra más importante para lograr la unidad política de Europa, que es la unión monetaria. Pero en esta magnífica iniciativa se consintió que el instrumento de dicha UM, el BCE, cayera en manos privadas. Trichet es sencillamente el delegado de los intereses privados en dicha institución. Lo que a los mercados hubieran deseado, es decir, anular a los bancos centrales de Europa lo consiguen con una sola victoria sobre un solo banco al que se someten los institutos emisores de cada uno de los países. Y  Trichet quiso agradecer su designación haciendo a los bancos privados el mayor regalo de su historia: doblar los intereses de los préstamos hipotecarios a la mitad de las familias europeas, por la mitad de sus ingresos y por la mitad de su vida. En solo dos años, sin que los bancos tuvieran que dar ni un día más de plazo ni un euro más de préstamo. La SER calculó en 50.000 millones de euros anuales la disminución del consumo debido a ese castigo y como la población hipotecada en España es mucho mayor la crisis nos afectó más  que al resto de los países europeos.

La solución es sencilla, pasa por la destitución de Trichet, y colocar al mando de la institución a alguien que cumpla con la misión fundamental de todo banco central, que es crear la financiación que el sistema necesita. Y como se niega a cumplirla la UE padece insuficiencia de liquidez; liquidez que tratan de conseguir a la desesperada los países en vía privada. Con tipos de interés hasta el 7% y plazos cortos para la devolución y obligación de refinanciar, introducen a la deuda en el temible camino de las progresiones geométricas, en este caso, de razón 1,06.

Esto supone a su vez que los prestatarios privados impongan a los países endeudados condiciones cada vez más duras para poder prestar; y como estas condiciones se hacen a cargo de la capacidad de consumo de las poblaciones la capacidad de tributación de las mismas se reduce en la misma proporción. Este es el problema, esta es la causa. El 1,2% de interés del BCE no sirve para nada si no hay préstamos a los que aplicarlos.

El PP no ha citado ni una vez al BCE y no sale de palabrería vana y comprobaran ustedes que cuando llegue al poder, el paro seguirá aumentando, con un agravante para él: que no tenga un enemigo interior al que acusar.