España
Manuel Funes Robert (9/3/2013)Partidos politicos
Estamos asistiendo en las últimas semanas al espectáculo bochornoso de las peleas entre partidos y las luchas intestinas en los dos principales. Ante una sociedad que se derrumba, cuya riqueza ha mermado cuando mínimo en un 30%  per  cápita  con un paro que va hacia los siete millones y con el miedo a perder el puesto de trabajo los que todavía lo conservan los partidos y los representantes de la ciudadanía trabajan de espaldas a ésta. Este pueblo español, al que  le queda todavía algo de sentido del humor para parodiar las imposibles explicaciones de Cospedal, el show de Bárcenas, los coches de lujo de Jesús Sepúlveda. En el otro lado al PSOE no le va mejor. Las peleas y rebeliones de los barones territoriales, el convencimiento de que Rubalcaba no controla en absoluto su partido. El PSE, que comenzó su trayecto soberanista diciendo que se abstendría en cualquier votación relacionada con la independencia, para cambiar y decir que se opondría, y acabar diciendo que sí pero que no. También les salpican los casos de corrupción.

En los tiempos de Franco los telediarios incluían reiteradamente una frase de los discursos del viejo general cuyo optimismo le hacía considerar que sería una aportación duradera de su régimen político. Es la frase con la que se titula este articulo. Si hay pronósticos suyos fracasados en esta hora quizás  ésta sea el que más, pues nunca hemos visto un espectáculo tan intenso y extenso de luchas partidistas como las que hoy nos aquejan. Ojalá nuestros políticos no le den la razón a la Historia. Con ello, las energías que se van tras las luchas partidistas dejan de aplicarse a la solución de los problemas.

Más cosas sobre el derecho a decidir. En el derecho a decidir presupone de hecho el derecho a la independencia puesto que se opone la libertad de elección que a lo primero que se va a aplicar es al hecho de ser o no ser español, lo cual no puede realizarse sin ser independiente. Pero además, esa libertad hay que dársela a todos en cualquier punto de cualquier región. Ya comentamos hace unas semanas que el Valle de Arán advirtió que en caso de proclamarse la independencia, ellos se independizarían de Cataluña para volver a integrarse en España.

Junto a este espectáculo nacional tenemos que añadir la desgracia que en Estados Unidos de la falta de acuerdo entre el presidente Obama y la mayoría republicana. Obama ha advertido que dicho recorte supondrá enviar al paro a más de 800.000 americanos.

En España, solo la izquierda, representada por Cayo Lara tiene meridianamente clara y por tanto la defiende, la solución a nuestro problema, a la vez que denuncia la dictadura ejercida por el BCE.