Hugo ChavezVenezuela/Argentina/Bolivia
Eduardo Paz Rada (8/3/2013)

“No se le ocurra al imperio viejo, destartalado, creer que la Argentina está sola como hace treinta años, aquí está la América Latina, aquí estamos, pues. Es ridículo que el Reino Unido de Gran Bretaña amenace a la Argentina, lo que debe hacer es devolver el territorio de las Islas Malvinas a la Argentina; la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) apoya la soberanía argentina en las Islas Malvinas”
. Estas son las palabras claras y directas del comandante Hugo Chavez, en ese momento, febrero de 2012, Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, que marcan la línea estratégica de la región frente al enclave colonial inglés en el Atlántico Sur.

La defensa del derecho argentino en aguas y territorios aledaños a su espacio continental que fueron ocupados por la fuerza militar británica en el siglo XIX, después de la Guerra de la Independencia Americana, y posteriormente con la Guerra de Las Malvinas en 1982, cuando Argentina recuperó momentáneamente esos espacios geográficos, es una bandera de todos los países de Nuestra América Latina y Caribeña para garantizar su soberanía en la perspectiva de consolidar la Patria Grande.

Más aún cuando las fuerzas militares inglesas han desplazado, en los últimos años, centenares de soldados, marinos, pilotos y expertos en la guerra, entre ellos a uno de los vástagos de la “familia real” como símbolo de su arrogancia imperial, e instalado bases de alta potencia bélica, incluyendo armas atómicas transportadas en submarinos nucleares, poniendo en riesgo de ataque todo el territorio sudamericano puesto que la potencia de las bombas nucleares alcanza a más de dos mil kilómetros a la redonda.

Está claro que las intenciones inglesas son las de mantener una situación imperial y colonial en un territorio de alta importancia geopolítica y estratégica para controlar no solamente el Atlántico Sur y la región antártica del planeta, sino los pasos interoceánicos del sur de África y el sur de América, considerados de fundamental importancia económica y comercial en este siglo.

Cuando la monarquía colonial inglesa organiza, este 10 y 11 de marzo, un referéndum fraudulento para supuestamente consultar a los kelpers, ingleses (no originarios) transplantados a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwch del Sur, está impulsando una caricatura similar a la monarquía parlamentaria que rige durante siglos su política de abuso, colonización, tráfico de esclavos y acción de piratas para controlar regiones alejadísimas de Londres, la respuesta de los pueblos de América Latina y el Caribe, así como de los pueblos del Tercer Mundo, se hace escuchar con mayor fuerza en la convicción de sepultar uno de los restos del orden colonialista: la política de ocupación de territorios ajenos.

El Grupo Boliviano de Apoyo a la Cuestión de las Islas Malvinas, formado hace dos años en Bolivia por intelectuales, profesores universitarios, ex ministros de Estado e historiadores y al que ahora se han incorporado organizaciones sociales y populares como la Confederación de Campesinos CSUTCB, La Confederación de Interculturales, la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolinas y la Federación de Petroleros, en coordinación con otros grupos de solidaridad en el mundo con la consigna “Las Malvinas son Argentinas”, se ha pronunciado por el rechazo a la realización de esta consulta que pretende sostener la ocupación y evadir el diálogo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y todos los Foros internacionales, además de las Cumbres de Presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) reunida en Chile, de América del Sur-África (ASA) reunida en Guinea Ecuatorial y del Movimiento de los No Alineados (NOAL) reunida en Irán, se han pronunciado por el diálogo entre las partes para determinar el estatuto de las Islas Malvinas, ubicadas a 12.500 kilómetros de Londres y a 600 kilómetros de Buenos Aires, valorando como justa la reivindicación histórica de soberanía argentina en esta región.

Así como el Libertador Simón Bolívar rechazó la ocupación inglesa en las Malvinas en 1833 con el argumento del respeto al Uti Possidetis Juris firmado entre España y Reino Unido a mediados del siglo XVIII, e impuso la consigna de unidad de la Patria Grande, el Comandante Hugo Chavez proclamó la unidad de Nuestra América Latina y Caribeña para rechazar los nuevos intentos de dominación imperialista y militarista para defender un proceso de unidad e integración que se desarrolla en nuestras tierras.       

N. de la R.
Eduardo Paz Rada
es sociólogo boliviano, Director de la Carrera de Sociología de la UMSA y Co-Director de la revista Patria Grande.