México
espacioseuropeos (15/8/2013)

Enrique Peña Nieto, presidente de México
Enrique Peña Nieto, presidente de México

Enrique Peña Nieto, presidente de México, se ha lanzado a la entrega de los recursos naturales del país a empresas privadas, la mayoría de ellas estadounidenses. La ola de privatizaciones se extiende sin el menor recato por el mundo.

El presidente de México se ha propuesto llevar a cabo una “histórica transformación” de la industria petrolera nacional que actualmente se encuentra en manos del Estado, al menos en su mayor parte. Con esta decisión la industria extractiva quedará en manos de empresas multinacionales.

La noticia sobre esa entrega de la riqueza del pueblo mexicano a empresas multinacionales se supo el pasado lunes cuando el presidente Peña Nieto anunció que iba a “permitir que compañías privadas” firmen contratos con México, o sea con el actual gobierno. Esa decisión, ya anunciada, va a suponer la reforma de la Constitución mexicana. No obstante, el presidente mexicano trató de transmitir la idea de que esta decisión no alcanzaría la magnitud de una privatización. Pero la realidad es que va camino de ello.

“Con esta reforma, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad se mantienen como empresas 100% propiedad de la nación. Pemex y CFE de ninguna manera, y aquí lo digo y lo afirmo categóricamente, no se venden ni se privatizan. Con esta reforma se busca que se fortalezcan y se modernicen para volver a ser empresas de vanguardia y cumplir con su misión en beneficio de la sociedad”, según han recogido algunos medios de comunicación de la zona.

La reforma energética propuesta, y ya en marcha, del nuevo gobierno mexicano va a afectar en primer lugar a ´Pemex´. Como suele ser habitual en estos casos se emplea el latiguillo de que con esa entrada de capital de las multinacionales los precios del gas y el petróleo bajarán. La realidad nos muestra que aparte de esa entrega los precios suben y suben más y más.