La violación de dos jóvenes españolas en Almendralejo (Badajoz) desvela el malestar de la población ante la inmigración rumana y las pésimas condiciones en las que ésta trabaja en la recolección de la uva y aceituna

Badajoz/España
espacioseuropeos (18/9/2013)
Hace tres días, la localidad de Almendralejo vivió una de las mayores protestas que se recuerdan en ese pueblo de Badajoz. La manifestación de centenares de personas en Almendralejo ha sido un hecho desconocido hasta ahora en esa localidad, sobre todo si tenemos en cuenta que la concentración de vecinos no fue, que se diga, tranquila.

La manifestación fue legal, una vecina del pueblo había solicitado el correspondiente permiso. El parque de la Libertad fue el lugar elegido para llevar a cabo la protesta por la violación de dos jóvenes vecinas de la localidad que tuvo lugar en la madrugada del domingo. La violación de las dos jóvenes la cometieron presuntamente dos rumanos, uno de ellos se entregó a la policía y el otro fue detenido al día siguiente de cometerse el delito.

En el transcurso de la concentración, alguien lanzó la consigan de dirigirse al ayuntamiento, lo que hicieron la mayoría de los congregados. Ante el cariz que tomaba la concentración vecinal, se personaron varias unidades especiales de la Policía Nacional.

Almendralejo cuenta con una población de 35.000 habitantes y más del 10% son inmigrantes. Este número se ve incrementado en la época de la vendimia y la recogida de la aceituna.

Los vecinos se quejan del aumento de la delincuencia y en estos días han pedido que los inmigrantes rumanos sean expulsados, olvidando que son ciudadanos europeos. Sin embrago, se olvida que esos inmigrantes trabajan largas jornadas en la vendimia y la recolección de la aceituna con salarios, en la mayoría de los casos, por debajo de lo que marca la legislación.

Hay que perseguir el delito, castigarlo de acorde con las leyes, pero no estigmatizar a un colectivo. Asimismo, no hay que discriminar positivamente a inmigrantes, con el consiguiente perjuicio para los españoles, como está sucediendo ahora con las escasas becas escolares para libros y comedores.

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