Mi Columna
Eugenio Pordomingo (31/12/2013)
La revista HOLA, ilustra esta semana su portada con una fotografía de Juan Carlos, Rey de España, como antesala de la entrevista que aparece en el interior. Que recuerde, es la primera vez que HOLA entrevista al rey, aunque si ha mostrado su rostro en portada en unos ochenta números. Pero lo más llamativo, a mi m modesto entender, es lo inexplicablemente rejuvenecido que aparece el rey en esa portada. Hay que fijarse mucho, detener la mirada durante unos minutos, para darse cuenta que es él, el Rey de España, Don Juan Carlos de Borbón, Dos Sicilias, y Borbón Palma.
“Esta semana la revista vuelve a adelantar su salida con una portada para la historia: el Rey nos recibe con motivo del setenta aniversario de ¡HOLA! en el palacio de la Zarzuela”, reza la nota del anuncio de la salida de la revista.
Mal deben andar los asuntos palaciegos para que el rey recurra a conceder –por decirlo de alguna manera- una entrevista a HOLA. La Zarzuela está moviendo todos los resortes (instituciones del Estado), que son muchos, para que sus quitas nos trasciendan al pueblo. Cacerías, caídas poco discretas, pabellones de caza, amantes y, para colmo, los enrevesados negocios de los Duques de Palma, no ayudan a apuntalar la Corona, más bien lo contrario.
El discurso-mensaje navideño de este año ha pasado desapercibido para la mayoría de los ciudadanos de nuestro país. De hecho ha sido el que menos interés ha despertado entre los españoles, pues se sabía de antemano lo que iba a decir y lo que no iba a mencionar.
Mal tienen que ir los asuntos de Palacio, repito, para que Juan Carlos tenga que recurrir a una entrevista e HOLA, marginando al resto de los medios de comunicación, y encima prestarse a un laborioso retoque de su epidermis, photoshop en inglés.
En la portada de HOLA se muestra a un Juan Carlos pletórico de juventud, sin casi arrugas, grietas, ni colgajos. De sport, con un elegante jersey de cuello alto que camufla su real cuello. Si HOLA se descuida un poco, nos muestra a Juan Carlos en plena niñez durante su estancia en Estoríl (Portugal).
La portada de HOLA me trae a la memoria la novela El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, que fue llevada al cine con notable éxito. La trama de esa historia es una acerada crítica a la sociedad victoriana y del hedonismo reinante. En el libro, su protagonista, Dorian Gray, pacta con el diablo venderle su alma a cambio de la eterna juventud. Pero un retrato, que le había hecho un pintor amigo, resaltando su belleza y juventud, va envejeciendo y mostrando los efectos que la vida depravada del personaje deja en su rostro.
La vanidad, el hedonismo, el deseo irrefrenable de tener la eterna juventud y gozar del poder y del dinero hacen olvidar a muchos que un retrato lo recoge todo.