Ebola 1Madrid (España)
espacioseuropeos (18/8/2014)
Los profesionales de sanidad del hospital madrileño La Paz presentaron una denuncia el 11 de julio de este año ante el juzgado de guardia, “exponiendo los riesgos y deficiencias del hospital de La Paz para atender a pacientes con sospecha o enfermedad del ÉBOLA. La denuncia, hecha por la Asociación Madrileña de Enfermería denunciaba el desmantelamiento del Hospital Carlos III “como referencia para el estudio, investigación y tratamiento de enfermedades infecciosas fue uno de tantos errores de la Consejería de Sanidad de Madrid, directamente relacionados con los recortes y el desmantelamiento de la sanidad pública madrileña”. Para esta asociación, el desmantelamiento y desvío de recursos materiales y económicos “hacia una sanidad privada es patente, real e ineficaz y pone en riesgo la salud de los ciudadanos”.

“El tiempo y los hechos dan y darán la razón a la ciudadanía y profesionales que desde hace años llevan denunciando la dirección irresponsable e improvisada de los gestores políticos del PP, así como de sus satélites complacientes, órganos de dirección sanitaria”, argumentan estos profesionales de la sanidad.

Amelia Batanero, secretaria de la Asociación Madrileña de Enfermería dijo en cuartopoder.es, que “Hubiera sido poner en La Paz una bomba de relojería (…) Todo esto tiene que ver con el proceso de privatización de la sanidad pública. Estaban desmantelando el Hospital Carlos III, que sí era un centro de referencia [para enfermedades emergentes y pandemias], pero después de haber eliminado el servicio de rayos, el banco de sangre, y la UVI, tuvieron la suerte de mantener las habitaciones de presión negativa, que estaban a punto de eliminarlas también”.

“En La Paz no existen este tipo de habitaciones, que para aislar estos virus son necesarias. Nos han hecho caso y al final llevan a Pajares al Carlos III. Pero a nosotros los enfermeros, los celadores o a los auxiliares no nos han preparado para afrontar una alerta así. No conocemos ni los protocolos. El ébola puede salir de este hospital”, matizó Batanero.

En la página de Internet de esta asociación aparece una carta de un enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos de La Paz, en la que, entre otras cosas, afirma que en “el hospital no tiene la infraestructura adecuada para ingresar a pacientes afectados con este tipo de enfermedad (las famosas habitaciones de aislamiento de con presión negativa)”, que los “protocolos originales del Ministerio de Sanidad fueron modificados a gusto para poder adaptarse a las carencias que tenía el hospital: Si no tenemos “presión negativa” decimos que “como no está demostrada la trasmisión aérea no es necesario tal medida”, los protocolos generales de actuación (modificados o no) NO fueron entregados al personal para su conocimiento, ni tampoco fueron expuestos en las varias reuniones con la dirección de enfermería”.

En su carta, este profesional exige “la realización de protocolos específicos de UCI (A día de hoy siguen sin existir o por lo menos al personal no han llegado)”, asimos exige la realización de “cursos formativos y de capacitación para trabajar en situaciones como esta”.

Tras denunciar estas y otras anomalías, el autor de la carta afirma que a través de los medios de comunicación se enteraron de que se iba a repatriar al “sacerdote. Avisamos a nuestro inmediato superior (Supervisor de Guardia) el cual desconoce por completo el modo de proceder teniéndose que poner en contacto con el Jefe de Hospital de guardia aquella noche, el cual a su vez desconocía la noticia y comienza a activar el protocolo establecido (recordemos que hasta esa misma noche el paciente iba a ser ingresado en la paz). Siendo el personal de UCI el encargado del recibir al sacerdote no se pone en conocimiento del mismo dicho protocolo”.

“Gracias a Dios” –dice la carta- “alguien advierte del peligro potencial de ingresar al sacerdote en un hospital de las dimensiones de la Paz, y sin las instalaciones adecuadas. Sobre las 14 horas se toma la decisión de que sea llevado a la 6ª planta del Hospital Carlos III dotada de salas de aislamiento con presión negativa. Desde ese mismo instante se comienza a dotar al hospital Carlos III de lo necesario para albergar al paciente”.

A toda prisa, personal de los dos hospitales fueron dotados de medios y en sus propios vehículos se vieron obligados a transportar equipos y material diverso al Hospital Carlos II. “Eso sí que es Marca España”, afirma el autor de la misiva.

Improvisación, desorganización, carencia de protocolos concretos, actitud temeraria de los “que no va a estar en primera línea” con el virus, y un largo etcétera son algunas de las criticas que hace el personal sanitario madrileño.