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espacioseuropeos (11/12/2015)
A pesar de las dudas y rectificaciones, se ha confirmado la muerte de un policía nacional español en Kabul, capital de Afganistán, en el ataque perpetrado contra la Embajada de España en ese país. El policía formaba parte del equipo de seguridad de la embajada.

A pesar de que en España, casi todos los medios tratan de confirmar que el atentado terrorista iba dirigido contra nuestra delegación –diciendo que el objetivo de los terroristas era un edificio de viviendas en alquiler-, varios medios extranjeros afirman que el atentado apuntaba a la embajada española. El Español, titula la noticia así: “Muere un policía español en el asalto a la embajada en Kabul”, similar al que aparece en medios extranjeros.

Al parecer, un coche bomba, cargado de explosivos, fue el causante del violeto atentado, al que siguió la acción de un grupo de suicidas talibanes –al parecer tres-, que penetraron en una casa de huéspedes próxima a la embajada, ubicada en el barrio de Sherpur. De acuerdo con las informaciones suministradas por fuentes locales, el atentado ha sido reivindicado por los talibán.

Los atacantes fueron tres, dos de ellos resultaron por las fuerzas de seguridad afganas y estadounidenses, y el tercero se suicidó. De momento se informa que ha habido dos muertos civiles así como varios heridos.

El policía fallecido se llamaba Isidro Gabino San Martín Hernández, natural de León, y estaba destinado en la Embajada de España desde hace un año.

Mariano Rajoy dio las primeras informaciones al finalizar un mitin en Orihuela (Alicante), afirmando que “hay un policía español herido”, para más tarde reconocer que el agente había muerto.

La confusión que hay sobre este ataque es enorme. Todavía no se ha confirmado si el atentado terrorista fue, o no, contra la embajada. Aunque si parece que los tres talibanes penetraron en el edificio de la delegación diplomática española. Los hechos desmienten las informaciones oficiales facilitada spor el gobierno español, que afirma –por un lado- que el objetivo no era la embajada, pero por otro lado dice que los “españoles que estaban en la embajada ya han sido liberados”.

Llama la atención que la Embajada Española es de las pocas que se encuentran fuera de la “zona verde” –espacio muy controlado y vigilado-, donde está prohibido que circulen vehículos y cuyos accesos están vigilados constantemente. Por el contrario, la embajada española está ubicada en una zona muy concurrida, tumultuosa y conflictiva. Pero lo peor no es eso, la delegación diplomática está escasamente vigilada, tanto por medios físicos como técnicos. Eso sí, el embajador vive fuera de ese recinto, en una zona totalmente protegida. Y Madrid –el Ministerio de Asuntos Exteriores- parece no estar muy interesado en dotar de medios de protección al personal que allí trabaja, tales como cambiar de sede o, incluso, abandonar el país.