Galapagar (Madrid)
Espacios Europeos (26/6/2018)
Hace ya más de nueve años que la población de la localidad de Galapagar espera y desespera por que la Piscina Municipal prometida se haga realidad. Con este motivo, el pasado 17 de junio, la asociación Ítaca de esta localidad, en un despliegue de ingenio y participación ciudadana, se movilizó para ver si se conseguía que el equipo de gobierno (PP) se lanzara de una vez por todas a la inconmensurable y apocalíptica labor de llevar a cabo la construcción de una Piscina Municipal.

Un numeroso grupo de zombis, acompañados de música, tomaron la plaza de Galapagar a las 12 horas del 17 de junio en un acto festivo y reivindicativo al que fueron invitados todos los vecinos. Los zombis se dieron un baño simbólico, de secano, como corresponde a sus agrietados cuerpos, en una piscina de papel que la Asociación Cultural Social y Ambiental Ítaca montó en la mencionada Plaza de la Constitución, en pleno centro de Galapagar.

Al son de música variada y de batucadas, acordes a la sensibilidad de los órganos sensoriales de los participantes, los zombis recordaron una vez más al actual equipo de gobierno que ya hace nueve años que estamos sin piscina de verano en el municipio.

Probablemente Galapagar sea la única localidad de la sierra oeste sin piscina de verano, a pesar de contar nada más y nada menos que con más de 32.000 habitantes. Una simple avería de la pileta existente hasta 2010 fue la excusa para que el entonces equipo de gobierno del Partido Popular decidiera sustituir las instalaciones existentes hasta entonces por pistas de padel, que entonces se habían puesto tan de moda. Las reclamaciones vecinales y de los diferentes partidos de la oposición no consiguieron evitar esta decisión, ni tampoco lograron que el consistorio cumpliera su promesa de habilitar otras instalaciones nuevas.

Ìtaca nos recuerda que “Cinco años más tarde, en 2015, parecía que el nuevo equipo de gobierno, también del Partido Popular, cumpliría su promesa. Unos meses antes del comienzo de la temporada estival aprobó la construcción de un nuevo emplazamiento para los baños de verano y encargó su construcción a una empresa que debía tenerla finalizada en dos meses. Los trabajos comenzaron y  la constructora excavó un gran agujero que seis meses después abandonó sin terminar. La broma de esta compañía, que está siendo investigada por su vinculación con el caso Pokemon, le costó  47.000 euros al pueblo. El Ayuntamiento no rescindió el contrato por incumplimiento hasta el 30 de noviembre de 2016. Desde entonces mantiene pleitos y reclamaciones a la empresa”.

Continúa la información de la misma fuente que dice: “Así llegamos hasta 2018 en la misma situación, los vecinos que no tienen piscina privada en sus urbanizaciones, especialmente los del núcleo urbano, tienen que desplazarse a los pueblos vecinos en verano a darse un chapuzón, especialmente a Colmenarejo, que tiene una población tres veces menor”.

Con este acto, Ítaca ha tratado de recoger “esta reclamación vecinal antes de que caiga en el olvido que Galapagar una vez tuvo piscina de verano, que muchos de sus habitantes aprendieron a nadar en ella y que pasaron tardes y días enteros refrescándose de los calores de julio y agosto”.

¡Galapagar bien vale una Piscina!