Julio Rodríguez, actual jefe de gabinete de Pablo Iglesias en Podemos, que irá en la lista de ese partido en las elecciones a la Comunidad de Madrid (Canarias Semanal)

España
Espacios Europeos  (27/3/2021)
El digital Insurgente publicó ayer un texto que nos ha parecido interesante y conveniente recoger, pues ayuda a aclarar lo que dicen y luego hacen algunos partidos políticos, como en el caso que nos ocupa, Podemos.  El texto de la fuente aludida es el siguiente:

En la lista de Pablo Iglesias a la Comunidad de Madrid figura el General, el exJemad y actual jefe de gabinete del líder de Podemos, Julio Rodríguez. En varias ocasiones han intentado colocarlo en las instituciones (candidato a diputado en Zaragoza y Almería con resultado nulo). Recordemos que este militar estuvo involucrado en los bombardeos de la OTAN en Libia, y que el columnista Aday Quesada lo recordó en este artículo”:

Pues bien,  recogemos  íntegramente lo que el 15 de febrero de 2017 escribía  Aday Quesada en  Canarias Semanal, bajo el título La biografía del general de Podemos,  según la CIA.

«Es uno de los nuestros«, reconocen los servicios de Inteligencia estadounidense en relación con el general Julio Rodríguez.

Nuevamente WikiLeaks vuelve a tirar de las caretas. En un documento filtrado a través de su base de datos, la CIA reconocía que Julio Rodríguez, el general que ha sido elegido el pasado fin de semana para integrar el más alto órgano de dirección de Podemos, el Consejo Ciudadano Estatal, «es uno de los nuestros«. Según los servicios de la CIA en Madrid, «el general Rodríguez mantiene posiciones pro estadounidenses«. En este reportaje de nuestro colaborador y corresponsal en Madrid, Aday Quesada, se reproduce íntegro el informe de la Inteligencia americana, así como un enlace directo al documento oficial en la base datos de WikiLeaks.

Casi todo el mundo sabe que el hoy miembro del Consejo Ciudadano Estatal de la organización política Podemos, el general Julio Rodríguez, es un militar que tomó parte activa y responsable en el diseño de la operación militar que iba a facilitar el bombardeo de Libia por parte de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos.

A estas alturas, ni siquiera los cuadros dirigentes de Podemos se atreven a negar esta evidencia. Para evitar que la polémica pueda salpicarlos, lo que hacen es eludir el tema. Piensan que  si alguna circunstancia, persona o acontecimiento les arrincona ante una contradicción, lo más saludable es piruetear sobre ella y eludirla. Han convertido esa técnica en una suerte de modus operandi, que aplican  con todo aquello con lo que en el pasado reciente reconocían estar comprometidos.

Pero, en realidad,   esta «habilidad» suya no es novedosa. Para los políticos del régimen de la llamada “monarquía juancarlista” esta práctica ha sido muy común a lo largo de las últimas cuatro décadas: eludir lo que pueda comprometerlos y hablar crÍpticamente para que nadie los entienda. Algo a lo que la dirigencia universitaria de Podemos se ha adaptado con velocidad vertiginosa.

La reciente inclusión del general Julio Rodríguez en el Consejo Ciudadanos de Podemos, el máximo órgano de dirección de este partido, nos ha obligado a rebuscar en nuestras anotaciones con la finalidad de encontrar más datos que nos permitieran definir, con cierta precisión, cuál es realmente la biografía política y profesional de este militar. ¡Y vaya si los hemos encontrado!

La cuestión es que, según la base documental de WikiLeaks, el 18 de junio del año 2008, cuando este jefe militar fue ascendido a la jefatura del JEMAD ( J Jefatura  del Estado Mayor de la Defensa) por el gobierno del PSOE, la estación de la  Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en Madrid envió a sus responsables en Washington un cable proporcionándoles información sobre la biografía del general Rodríguez. El documento fue encabezado por los agentes de la Inteligencia estadounidense en España con el título: “Spanish Air Force general Rodríguez to be new chief of Defense”. El cable daba cuenta puntual al gobierno de Washington sobre el nuevo jefe militar. El documento, que es escueto en tamaño, pero devastadoramente significativo en su contenido, fue interceptado por WikiLeaks y puesto a disposición pública. (Puede consultarse directamente la información la base de datos de Wikileaks  pulsando aquí).

Dice así:
«La Oficina [de EE.UU.] de Madrid de Cooperación para la Defensa ha trabajado ampliamente los dos últimos años con el Teniente General Rodríguez, cuando era Director de Planes y Programas del Cuartel General del Ejército del Aire.

Todos los programas militares de ventas al extranjero fueron coordinados y dotados con personal de su oficina.

Rodríguez es el Director Nacional de Armamento español en la OTAN. Ha colaborado estrechamente con el Representante de Estados Unidos OSD AT&L), el Sr. Young en varios programas de compras de la OTAN.

El General Rodríguez ha visitado Estados Unidos,  y se reunió en 2007 con el Vicesecretario de Defensa (Viceministro). Él mantiene posiciones pro estadounidenses,  es un firme  partidario de la actuación conjunta y, además,  un pensador estratégico. El Teniente General Rodríguez es bastante callado y habla de forma concisa. Fin del comentario

Por su contenido, esta breve nota biográfica  abre un auténtico rosario de dilemas. Las breves pero contundentes afirmaciones que contiene el cable de la CIA sitúan a  las personas honestas  inscritas en Podemos ante un agitado vórtice de cuestiones, en una problemática e inquietante encrucijada en la que los aspectos relacionados con la conciencia y la coherencia se entrecruzan de forma turbulenta.

¿Cómo congeniar el supuesto carácter “pacifista” que exhibe  esa organización política con la paradoja de que su hipotético y futuro ministro del Ejército es un otanista confeso?

¿De qué manera, desde el punto de vista de la conciencia política y personal, se puede compatibilizar el hecho de que uno de los más destacados miembros actuales del Consejo Ciudadano Estatal fuera el coordinador del mercadeo armamentista entre España y dictaduras y regímenes políticos moralmente detestables?

¿Cómo se puede estar contra las bases militares de la OTAN en España y, simultáneamente, apoyar a una organización política en la que un destacado responsable militar  es abiertamente percibido por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense como “uno de los nuestros”?

Posiblemente, para los ganapanes que han encontrado la oportunidad de su vida enrolándose en esa organización, obteniendo en estos tiempos difíciles los réditos que ello devenga, el problema no tenga mayores complicaciones. Se le da un carpetazo a la conciencia, y asunto resuelto.

Pero para los miles y miles de personas que, portando ya una elemental mochila ideológica,  creyeron haber encontrado la oportunidad de dar un cambiazo a esta maltrecha sociedad, la disyuntiva que les plantea el conocimiento de esta información no es baladí.  No solo por lo que a la identidad ideológica del militar se refiere, sino  sobre todo, por el tipo de criterios que rigen la conducta política de aquellos dirigentes de Podemos que lo han promocionado.