Galapagar (Madrid)
JM. Pérez (1/6/2024)
Estimado Sr. Director de Espacios Europeos:
Soy un vecino de La Navata-Galapagar y he leído atentamente el artículo sobre los peligros, riesgos y molestias que padecemos los que habitamos la zona (o llegan desde distintos puntos de Galapagar), que desgraciadamente, tenemos que acceder caminando hasta la estación de Renfe. Y en general, todos los que por una u otra razón se ven obligados a transitar por ese puente.
Reconozco la realidad de lo publicado, y estando de acuerdo en todo, tengo que decirle que se olvidan ustedes de las calles adyacentes a la vía principal objeto de su artículo, calles por las que también circulan vehículos en la más escandalosa anarquía, no respetando las señales de circulación o prohibición, los pasos de peatones, y lo peor, el total abandono que se percibe y sentimos los vecinos por parte del Ayuntamiento.
Dos de las calles en cuestión son La Monja; la primera es un punto peligroso, pues tanto coches como peatones tienen serias dificultades de visión, ya que el paso de peatones se encuentra justo en la esquina de esa calle que da acceso a la vía principal. El otro punto negro, a mi entender, es la calle Picasso, esquina a la vía principal, en la que coches aparcan indebidamente en el paso de peatones dificultando el paso de las personas de a píe. Es más, en muchos, casos retroceden para incorporarse a la vía principal, lo que es un serio peligro tanto para viandantes como para los vehículos que circulan en las dos direcciones.
Otro punto sumamente peligroso es el paso de cebra que encuentra a la entrada de la Urbanización Molino de La Navata, pues los coches que acceden a esa comunidad, procedentes de la vía principal desde el núcleo urbano de Galapagar, se encuentran de sopetón con ese paso de peatones. Punto muy peligroso al que hay que añadir la rotonda (pintada en el suelo), la parada del autobús 634 y el incivismo ciudadano.
Estoy de acuerdo con ustedes en que la circulación, para coches y personas, por la carretera y pasos angostos y estrechos del puente del río Guadarrama, es sumamente peligrosa, debido a la excesiva velocidades que alcanzan la mayoría de los coches, motos y, también, bicicletas que circulan por esa carretera. Como ve usted, todos son peligros.
Si mis ocupaciones laborales y familiares me lo permiten, le mandaré otro mensaje con detalles de “más peligros”, como es la sequedad de nuestras zonas verdes, que ahora no lo son, debido a la estación climática, que pueden ser otro punto peligroso, en este caso por los incendios.
Gracias por su atención y espero que publiquen la presente.
N. de la R:
El titular de esta nota la ha puesto la redacción de este digital.
Por cierto, aparte de estas denuncias o comentarios, siempre con intención de mejorar el pueblo en el que vivimos, destacamos los establecimientos tan estupendos que se encuentran en la zona: Bar Marcelino, Estanco y Papelería, Restaurante Varletta, Farmacia, Freiduría El Tablao.
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