espacioseuropeos.com (13/3/2008)
Según las declaraciones del ex jefe de Seguridad Nacional de Georgia, Ígor Gueorgadze, el opositor y empresario georgiano, Badri Patarkatsishvili, fue asesinado y no falleció a consecuencia de un paro cardíaco, como se afirmó oficialmente.

A Patarkatsishvili le fue suministrada “una sustancia tóxica secreta que no deja huellas en el organismo», manifestó el ex jefe de seguridad al periódico georgiano “Moskovski komsomolets”.

El opositor Patarkatsishvili era una de las personas más ricas de Georgia, participó activamente en las elecciones presidenciales del 5 de enero este año. Al poco de comenzar su campaña electoral, fue acusado de una intentona golpista contra el gobierno.

Patarkatsishvili murió, según la versión oficial, de un paro cardíaco en su casa en las cercanías de Londres.


“Patarkatsishvili no murió de paro cardíaco. Lo mataron aprovechando los últimos avances en el campo de la medicina»
, afirma Gueorgadze. De acuerdo con su tesis, en la muerte de Patarkatsishvili, fueron “empleados unos novedosos medios destinados a liquidar a adversarios políticos”, sustancias tóxicas elaboradas en países con alto desarrollo tecnológico.

Para Ígor Gueorgadze, «ningún examen forense podrá descubrir la presencia de esas sustancias en el organismo de la víctima», según recoge la agencia de noticias rusa RIA Novosti.