Mi Columna
Eugenio Pordomingo (13/1/2011)moratinos
El digital espacioseuropeos.com, inicia con esta pequeña reflexión una campaña para tratar de impedir que el ex ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, consiga dirigir la FAO (Agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación), tal y como es su pretensión.

Moratinos lleva un tiempo buscando «un lugar al sol», huyendo de la debacle socialista, y tratando de encontrar un cobijo cómodo, de prestigio y bien remunerado, donde pasar desapercibido de las críticas a su mala gestión en asuntos tan cruciales para España, como el Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial. Con esa intención, y el ánimo por bandolera, el ex ministro de Exteriores, ha presentado su candidatura para llevar las riendas de la FAO.

Para ello, nada mejor -ha debido pensar el ex ministro- que prodigarse en declaraciones fatuas, escasamente comprometidas, como la que hace unos días  ha hecho, en la que dice mostrase convencido de que es posible eradicar la pobreza y el hambre en el mundo.  

Moratinos afirma que su candidatura «ofrece una gran posibilidad para ganar la confianza de todos los Estados miembros», pues cuenta con un programa con «suficientes elementos para ganar la aprobación de los 192 países» que conforman la FAO.

Hasta ahora, el rival con más posibilidades de enfrentarse a Moratinos es el brasileño José Graziano de Silva, ex ministro de Seguridad Alimentaria en el primer gobierno de Lula da Silva y responsable de Fome Zero (Hambre Cero), el programa que el ex presidente brasileño puso en marcha para erradicar el hambre en su país. Y hay también candidatos de Irak e Indonesia.

En la actualidad, el senegalés Jaques Diouf  es quien dirige la agencia internacional. Su mandato finaliza en enero de 2012, y la votación final para elegir al sustituto se producirá antes del verano de este año.

Zapatero apuesta por la candidatura de Moratinos, y como principal argumento expone que España ha sido uno de los principales  contribuyentes en la lucha contra el hambre en el mundo.

El perfil de Moratinos no se ajusta para nada al que un organismo como la FAO debiera requerir. El ex ministro español ha demostrado desde hace muchos años, su apuesta -un ejemplo-, por el dictador Obiang Nguema  (Guinea Ecuatorial), mingunenado, cuando no creando escenarios estratégicos muy peligrosos, para la oposición guineana en España, le inhabilita para ese cargo que tanto anhela. Por otro lado, su patética actuación, plagada de errores, mentiras, sumisión y servilismo ante el rey Mohamed VI, en el caso de la saharaui Aminatu Haidar, y el pueblo saharaui en general, le dan la puntilla para que ni tan siquiera su candidatura sea admitida.  

Un autor anónimo dejó escrito que «Los puestos eminentes son como las cimas de los peñascos, sólo pueden llegar a ellos las águilas y los reptiles». No se si el puesto de Director General de la FAO es eminente o no; en el caso de que lo sea, que creo que sí, entonces Moratinos reúne al menos el cincuenta por ciento de posibilidades para conseguirlo.