Estados Unidos
espacioseuropeos.com (2/5/2011)osama-bin-ladem
El Presidente Barack Obama anunció el domingo por la noche (hora de Estados Unidos), en una alocución televisada, dirigida a los estadounidenses y al mundo entero, que Osama Bin Laden había muerto en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses.

La operación militar tuvo lugar en la localidad de Abbottabad, en las afueras de la capital de Pakistán. El objetivo era un complejo fortificado, donde al parecer podría encontrarse Obama. Los datos los había conseguido la CIA a través de un intenso trabajo de inteligencia, con la colaboración de los servicios secretos de Pakistán.

De acuerdo con las informaciones que se tienen, dos helicópteros de la marina estadounidense se acercaron al complejo, depositando a un grupo, no superior a treinta,  de soldados de las fuerzas especiales. Tras un intenso tiroteo, los soldados acabaron con la vida del buscado Bin Laden y, al parecer, de uno de sus hijos.

En el transcurso de la operación, uno de los helicópteros resultó dañado, pero fue totalmente destruido por los militares estadounidenses, para no dejar rastro alguno.

No se sabe con certeza si el cadáver de Osama Bin Laden fue lanzado al mar, como se ha dicho, si fue enterrado o si fue transportado en el helicóptero. Ahora les toca a los medios de comunicación más sensacionalistas trabajar sobre ello.

Los pormenores de esa operación quedan ahí para  calmar las inquietudes de millones de ciudadanos, preocupados por su bienestar, que así tendrán algo en lo que pensar como método para evitar caer en la depresión, la desesperación, la angustia o el suicidio. Con esta operación, el presidente  Obama puede recuperar algo su decaída imagen ante los estadounidenses y ante el mundo, pero el camino hacia la bancarrota de la economía estadounidense es imparable, como lo es -cada vez más- la tremenda separación entre ricos, clases medias  y pobres.

Acabar con Osama Bin Laden  ha sido un éxito, aunque tardío, pero no hay duda que con él no se acaba el terrorismo, sea islamista, etarra, estatal o extraterrestre.