Abaha (6/3/2009)obiang-moratnios-y-aguilar
Obiang Nguema debe estar temblando de miedo, y lo decimos porque el escritor Frederick Forsyth, ha sido testigo el pasado lunes de los trágicos  acontecimientos que tuvieron lugar en  la ex colonia portuguesa de Guinea Bissau. Ese día se produjo el asesinato del Presidente Joao Bernardo Vieira. El escritor acababa de llegar a la ex colonia portuguesa «para documentarse para su próximo libro», según declaró a la cadena BBC.

A pesar de lo casual de su viaje – es este hombre casi siempre le suceden esas casualidades-, el morbo por estos asuntos le incitó al escritor británico a narrar algunos pormenores: «Fueron a su residencia, lanzaron una bomba por la ventana que le hirió, pero no lo mató -comentó a la BBC-  El techo se hundió, y eso lo hirió, pero tampoco lo mató».

La narración continuó: «Salió a duras penas de las ruinas y le dispararon. Pero aún no murió. Lo llevaron a casa de su suegra y lo cortaron a pedazos con machetes». Ante el estupor de los periodistas, Forsyth añadió: «Puedo asegurarles que no tengo nada que ver con el golpe de Estado», aunque a continuación admitió haber financiado uno en Guinea Ecuatorial en el año 1973. Ya tiene Forsyth  argumento para una nueva novela,  como aseguró.

«Los perros de la guerra», una de las obras más conocidas del ex espía y ahora escritor, está basada en Guinea Ecuatorial, aunque en su momento no se hiciese público…

Obiang, repetimos, no debe estar muy tranquilo…federico-forsite

Siguen las especulaciones sobre los autores y el móvil del asalto al Palacio del Dictador en Malabo. Muchos tratan de asignar su autoría a unos simples bandidos, intentando así justificar que las opciones políticas que ellos apoyan serán el futuro de Guinea Ecuatorial. De esta guisa, pueden continuar «liderando» la recepción de fondos, las entradas y salidas a algunos despachos -aunque cada vez menos- y «meter la cabeza» en ciertos sectores de la comunicación, cada día más mermados, por cierto.

Algunos nos están transmitiendo que existe desconcierto en determinadas cancillerías por saber la autoría del 17-F (vamos a llamarlo así desde ahora), y que EE. UU., apela a España para obtener alguna información. No nos lo creemos. Lo que si sabemos es que el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se ha ofrecido a Hilaria Clinton para lo que sea necesario en Guinea Ecuatorial. ¡Dios, que patriota!  

Se confirma que ayer por la noche se han producido una o más explosiones en Malabo, cerca del Palacio del Dictador. Como siempre, los de siempre -todo lo saben-, ya que trabajan al dictado, afirman que ha sido una bombona de gas. Pero, versiones más pragmáticas, lo achacan a «otra» acción de los «bandidos», esos que asaltaron el Palacio del Dictador 17 de febrero. Eso significa, que los «bandidos» tienen posicionados a varios de sus hombres en zona.

En estas circunstancias, Obiang Nguema ha pedido a Moratinos que acuda a visitarle a su Palacio. Para poner las necesarias alfombras diplomáticos viajó a Malabo la Directora General de Política Exterior para África, Carmen de la Peña, portando en su axila un abultado informe («Informe María de las Mercedes»), con todo tipo de pelos y señales, más de lo último que otra cosa.

obiang-toreandoEl 2006, Moratinos voló a Guinea Ecuatorial acompañado del entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López-Aguilar, que ahora, tras fracasar en Canarias, y cansado ya de tomar el sol y de tanto gimnasio y gimnasia isleña, busca un lugar más acorde con su talla, además de extraordinariamente bien remunerado, como es el de Comisario Europeo. En 2007, el «afrancesado» Moratinos viajó a la ex colonia acompañado del presidente de Repsol-YPF, el caritativo catalán, Antonio Brufau.

¿Le llevará Moratinos, en esta ocasión, otra tacada de millones de euros a Obiang? o ¿esperará a que escampe -si escampa- para volar al Palacio del Dictador?