Abaha (21/3/2009)
Agencias de prensa recogen hoy las declaraciones del dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, referentes a su petición a los gobiernos de los países limítrofes para que aúnen esfuerzos para frenar las acciones «terroristas» que lleva a cabo el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND).
Estas declaraciones las ha hecho Obiang Nguema hoy mismo, en la ciudad de Bata (Guinea Ecuatorial), durante la celebración de la segunda sesión ordinaria de la Cámara de Representantes del Pueblo, según ha recogido la agencia de noticias española EFE.
En su arenga, y sin rubor alguno, el dictador Obiang Nguema dijo que el «ataque no era contra el presidente ni su palacio, sino contra el soberano pueblo de Guinea Ecuatorial», mientras que recababa de los gobiernos vecinos que pongan atención al peligro que supone el MEND.
El dictador guineano, posiblemente asustado, lanzó duras críticas contra «todas aquellas instituciones internacionales que se erigen en jueces de derechos humanos», por no condenar el intento de ocupación del Palacio Presidencial el 17 de febrero de este año.
La interrogante que planteó Ángel Serafín Seriche, presidente de esa especie de Asamblea, que en España siguen llamando órgano legislativo, acerca de que el asalto al Palacio había sido una «acción incomprensible», que no se entendía bien, ya que, «Guinea Ecuatorial nada tiene que ver con el espacio geopolítico al que pertenecen los atacantes». Y ahí está la respuesta…
Con la nariz más larga que Pinocho, Seriche aseguró que «la democracia ya es una realidad irreversible en nuestro país», algo por lo que algún día tendrá que dar cuentas en un juicio popular.
La dictadura sigue sin hacer públicas
las bajas (nombres, apellidos y graduación) de sus partidarios en ese asalto, que hoy en respuesta, quizás, a nuestros continuos requerimientos, ha dicho que el número de víctimas fue de «un soldado y un asaltante resultaron muertos».
Ahora vienen los del PP, queriendo apostar a dos bandas, por lo que pueda pasar. Un confidencial cercano a la Obra, afirma que entre los populares hay dos «líneas divergentes» respecto a Guinea Ecuatorial. Una de ellas, la que lidera el diputado Jorge Moragas y la FAES (o sea Aznar), que apuestan por los opositores; y otra, la del ex Secretario de Estado, José Ramón Gil-Casares. Ninguna de las dos es cierta.
Los populares mal asesorados desde la sede central, apoyaron las tesis de La Moncloa, que en ese momento eran que «había que crear un partido de derechas», ya que el PSOE apostaba por Plácido Micó (CPDS). Y el elegido fue Avelino Mocache (que algunos llaman «Plaza del Reloj»)
Lo cierto, es que aunque tarde, todos se han dado cuenta que al dictador le queda poco y quieren «apuntarse al carro» de lo que venga. La verdad, es que Obiang Nguema comienza a ser una molestia para determinados políticos españoles que han tenido «importantes» contactos con él en épocas no muy lejanas.
Como se descuide Alfredo Urdaci, hombre de la comunicación de Francisco Hernando, «EL Pocero», la supuesta maquinaria sita en Sagunto no embarca por mucho «pelo» que le pongan…