obamaEnrique Oliva (20/4/2009)
Hemos dicho y repetido que el poder de Estados Unidos y su gobierno no reside en la Casa Blanca. Y cuando su inquilino Barack Obama estaba por viajar a la Cumbre de las Américas, la OTAN, dominada por el Pentágono, anuncia que el 6 de mayo comenzará maniobras militares en Georgia, la vecina república ex soviética y ahora aliada occidental. El operativo llamado «Cooperative Longbow 09» estará bajo el comando del jefe del cuartel general aliado en Madrid, el teniente general Cayetano Miró Valls y participarán 1.000 militares procedentes de 19 países, entre ellos España, bajo mandato de la ONU. Junto en la frontera caliente de la Federación Rusa. Pero el operativo había sido previsto por George Bush en agosto del año pasado y, desde que Obama resultó electo se encontraba  paralizado y todo hacía suponer que estaría dejado de lado y no se modificó la fecha de inicio, cuando las relaciones con Rusia entraban en otro plano.

El conservador y católico matutino madrileño ABC fue uno de los pocos diarios europeos que trajo la noticia el 18 de abril, comentando asombrado el anuncio, cuando «apenas había empezado el deshielo en las difíciles relaciones entre Rusia y la OTAN… amenaza con echar todo al trate». Por supuesto, la reacción de Moscú fue inmediata. «El presidente ruso Dimitri Medvedev -dice ABCse manifestó ayer (17) indignado durante una comparencia en el Kremlin, que la decisión de realizar los ejercicios ‘es miope y peligrosa’, además de que, subrayó, ‘amenaza con complicar las cosas’. Medveded ha alertado de que su país vigilará ‘con la máxima atención lo que ocurra durante esas maniobras y, en caso necesario, tomaremos las medidas pertinentes. Cuando un bloque militar lleva a cabo ejercicios en zonas en donde hace muy poco tiempo hubo un alto nivel de tensión y en donde la situación continúa aun difícil, surge el peligro de todo tipo de complicaciones. Según sus palabras, tal tipo de iniciativas ‘no contribuyeotann al restablecimiento de los contactos entre Rusia y la OTAN’. Medvedev afirmó que tales ‘demostraciones de fuerza’ son tan peligrosas en la proximidad de una región recién tocada por un conflicto armado como si tuviesen lugar en ‘Oriente Próximo o cerca de Corea del Norte».

El mismo diario español recuerda que el ejército ruso lleva a cabo maniobras en el Cáucaso Norte y en Abjasia, república autónoma que formó parte de Georgia y cuya independencia Moscú reconoció el pasado mes de agosto junto con la de Osetia del Sur, ambas con buena parte de ciudadanos rusos y donde ha dejado tropas para asegurar «su libre determinación». Esto lo reconoció desde el Kremlin el ministro de relaciones exteriores Sergei Lavrov, dándole el significado de «advertencia al presidente georgiano Mijail Saakashvili al que acusó de revanchismo por abrigar planes de recuperar militarmente Abjasia y Osetia del Sur», agregando Lavrov: «hay que evitar dar pasos que infundan otra vez al régimen georgiano el sentimiento de impunidad y de que todo está permitido».

 Por su parte, Dimitri Rogozin, representante de Rusia ante la Alianza dijo que «las maniobras previstas en Georgia son una provocación y exigió en Bruselas que sean canceladas o aplazadas».

 Es de recordar que en agosto pasado, aunque la OTAN envió naves de guerra al Mar Negro, no hubo ninguna intervención contra el proceder ruso en Georgia y el entonces presidente George Bush no adoptó actitud de apoyo a Saakashvili, quien había iniciado una entrada militar en Osetia del Sur haciendo una matanza de ciudadanos rusos allí residentes, esperado sin lugar a dudas apoyo norteamericano. Pero la Casa Blanca se justificó diciendo que «Georgia es una república amiga de Estados Unidos pero no una aliada». Y sin encontrar resistencia alguna, los rusos se internaron en Georgia destruyendo bases militares y reconociendo la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, dejando en ellas guarniciones en garantía de su declarada autonomía.

 Sin mayores novedades los meses pasaron y todo parecía haberse calmado, dando a pensar que la decisión de la ONU de hacer tales maniobras no se concretaría,enrique-oliva pues Barack Obama asumió el cargo y no habló del tema. ¿Estaría enterado? Nos formulamos la pregunta porque el presidente, a muy pocos días de asumir su cargo, se trasladó personalmente al Pentágono para que le informaran de «toda la verdad» (así trascendió y se publicó) sobre la situación  militar en Afganistán e Irak. Por ser la primera vez que visitaba el edificio de cinco lados, talvez haya advertido que el mismo se construyó con el doble de sanitarios que precisa en la actualidad, porque hasta no hace  mucho tiempo, los negros y negras no podían usar los mismos aseos que los blancos y las blancas.

 N. de la R.
Enrique Oliva es escritor y miembro del CEES (Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos).

      

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