Epístola en la que se narra de la canongía del marido de Yoli y queja al director
Sin Acritud…
Alejandra Durrell (14/6/2023)
Pues sí, Eugenio, me he quejado, ¿cómo no me voy a quejar? Te dije hace poco que me tienes esto hecho un campo de nabos. Presentas a tus nuevos colaboradores y te olvidas de mí. Por cierto, podías buscar unos articulistas más guapos, que a mí, mi amiga la Sandri, esa que es tan puta, me da mucha envidia. El día que tengas escribanos más resultones, igual hasta enseño la cara a ver si me dan una alegría. Pero qué tres: uno con las gafas fuera de su sitio, otro retratado con negros, que parece santa Teresa de Calcula, y otro con boina y cara de irte a pegar. ¡Qué tres vacunas contra la lujuria!