Sucesos extraños; reflexiones de un mal pensado (II)

Sandra Mozarowski
Mi Columna
Eugenio Pordomingo (28/7/2016)
Me imagino que habrán leído la primera parte de esta columna, que se publico hace días. Pero si no ha sido así, aquí la tienen para que sepan de qué va el asunto: Sucesos extraños; reflexiones de un mal pensado (I).
En esa columna escarbaba yo sobre algunos óbitos nada claros. La muerte, ya lo dijo un filósofo, es una incógnita, pero más cuándo se desconoce su causa, digo yo. Vamos, que hay fallecimientos que inducen a la sospecha.
Por entonces comenté el caso de la muerte de Jo Cox, parlamentaria laborista, cuya vida fue segada por un mal nacido escasas jornadas antes de que los británicos votasen en el referéndum que les apartará de la UE, quieran o no quieran. Seguí con el extraño deceso del fiscal jefe de Lugo, Juan José Begué, que llevaba sobre sus espaldas casos de corrupción político-empresarial. No dejé en el saco del olvido, las cinco muertes –que se sepa- relacionadas con el ´caso Gürtel´, y algunos asuntillos más.
Me remonté al final de la dictadura y el inicio de la Transición. Y, lógico, me topé con el famoso, extraño, macabro e impune, asunto del ´Aceite de Redondela´. Recordemos que el tribunal que juzgó a los presuntos culpables lo presidió don Mariano Rajoy Sobredo,