Sáhara Occidental
espacioseuropeos.com (8/10/2007)
Así de contundente empezaba su charla SULTANA JAYA, en Girona, y así, de esta forma, transmitimos la crónica, que de ese acto ha hecho ACAPS GIRONA  y  TRAB EL BIDAN el Sáhara i la llibertat dels sahrauís (Toni Guirao).

Sultana, es una chica saharaui, de Bojador (Sáhara Occidental, ocupado por Marruecos) que hacía unos minutos había encontrado junto a dos amigas saharauis, cuando se dirigían al Centro Cívico de Girona, en el que hablaría de su Sáhara Occidental.

Evidentemente, ella no se me presentó como tal y fui con ella, hablando tranquilamente, hasta que llegamos al Centre Cívic La Mercè. Allí la esperaban las cámaras de TV3 (los amigos Walter y Ricard delante de las cuales, habló con la misma naturalidad con la que lo había hecho conmigo. Después entramos, junto con Cristina Navarro, nuestra amiga y abogada defensora de los activistas saharauis.

Cristina, empezó la charla explicándonos las irregularidades que padecen los saharauis de los Territorios Ocupados por Marruecos, ya que son detenidos por manifestarse pacíficamente, por el solo hecho de llevar un darrah  o una melfa o por hablar hassania. Un saharaui puede ser detenido por el solo hecho de serlo, así como padecer todo tipo de vejaciones, violaciones, palizas, todo esto con el consentimiento de España (potencia administradora del Sáhara Occidental) de la Unión Europea y de la ONU.

También nos explicó las irregularidades que padecen los/las saharauis en los juicios, donde se presentan con la ropa llena de su propia sangre y donde pueden mostrar sus heridas a los observadores internacionales, producidas en los «interrogatorios» (esta es la impunidad de los marroquíes). Impunidad que continua en los juicios donde se tratan como a delincuentes comunes a ciudadanos, que según la legislación internacional, no pueden ser juzgados por las leyes marroquíes y que son juzgados como delincuentes comunes cuando lo que se pretende es aniquilar a todo un pueblo.

Cristina también denunció la aceptación de informes judiciales FALSOS, como únicas pruebas, en unos juicios que son una pantomima y que tienen como único objetivo intentar atemorizar a todo un pueblo. Solo así se pueden entender condenas como las que se impuso a Ali Salem Tamek, por hechos ocurridos en el Sáhara Occidental, cuando este activista, estaba en Alemania. El juez, en este caso y en otros, no aceptó las pruebas de la defensa, aun sabiendo la disponibilidad de periodistas, diputados, alcaldes, para ir a declarar si fuera necesario o simplemente leyendo y aceptado la prensa alemana, país donde estaban los activistas saharauis en España, esta actitud de los jueces tiene una denominación que me abstengo publicar.
Pero lo más grave, es que estos hechos son denunciados por las ONGs de Derechos Humanos, como AMNISTÍA INTERNACIONAL y otras y ni la potencia administradora (España) ni la gran avaladora de Marruecos (Francia) ni la U.E. o la ONU, hacen nada por evitarlo … lo únicos que se les ocurre, es elogiar un proceso democratizador en  Marruecos, que todo el mundo sabe, está supeditado a la voluntad del rey y sus «pucherazos».

SULTANA JAYA, empezó por explicar la situación de su pueblo, que padece la peor de las administraciones coloniales. Nos habló de la existencia de más de 500 saharauis «desaparecidos» y de cómo los jóvenes saharauis son obligados a «emigrar» bajo amenaza de muerte y coaccionados por las repercusiones que podrían tener sobre sus familias (violaciones de hijos, hijas, madres o hermanas, destrucciones físicas de casas y objetos… ). Nos explicó que en los últimos meses conocía directamente 14 casos en los que la policía colonial marroquí, había actuado así, coaccionando a jóvenes conocidos y como las asociaciones de defensa de los derechos humanos, tenían más de 400 casos registrados.

También nos explicó que en la ciudad de Smara, la Policía colonial marroquí «tiene la orden de reventar los ojos de los saharauis«,  de forma indiscriminada, atacando tanto a niños y niñas de 10 años o menos, como a jóvenes y adultos saharauis, asestándoles golpes en los ojos, en muchos casos con éxito, para los policías. Esta es una práctica que se va extendiendo a todo el Sahara Occidental y a los jóvenes estudiantes que se encuentran en Marruecos y a ella misma, le reventaron un ojo y casi el otro (le rompieron el ojo de la ceja). ¿Esta es la democracia y el respeto a los derechos humanos de los marroquíes, de la que nos hablan los gobiernos de España o Francia?

Nos habló con toda crudeza, de cómo fue agredida, junto a dos amigas, por un grupo de policías coloniales marroquíes. El motivo: ser sospechosa de participar en una manifestación pacífica, junto a un grupo de compañeros, estudiantes saharauis, en la que reclamaban el derecho a la autodeterminación de su país, el Sáhara Occidental.

Nos explicó, que aún teniendo el hueso de la ceja roto, el ojo reventado y la mandíbula también rota; no fue llevada a un hospital, al contrario, en el mismo vehículo que las recogió, fueron torturadas y vejadas por los policías marroquíes y como en comisaría, otra vez, fueron también víctimas de vejaciones, violaciones y torturas.

Aun cuando los compañeros y compañeras de Sultana, consiguieron que fuera trasladada a un hospital, aquí fue cerrada en una habitación, con un solo colchón en un rincón, en donde cuando entraba alguien era para «apalizarla» y obligada a beber su propia sangre, después de haberla vomitado, a causa de los golpes.

Creo que  puedo ahorrarme los detalles de los procesos judiciales, de cómo Sultana, sus compañeros y compañeras, junto a otros activistas de los derechos humanos saharauis, padecieron procesos judiciales completamente irregulares, aun teniendo en cuenta las leyes marroquíes. Me puedo ahorrar explicar como fueron apaleados para obligarlos a firmar unos informes irregulares y como los jueces no les permitieron explicar estos hechos.

De cómo los militares marroquíes, no querían permitir que curasen las heridas de Sultana. Opinaban que era mejor dejar su ojo y sus heridas sin curar para que todo el mundo pudiera ver, qué pasaba por expresarse libremente … en fin, os lo podéis imaginar … sólo la acción valiente de otros saharauis y de algún profesional, que ponía en riesgo su posición, lo pudieron evitar.

No quiero acabar sin dar las gracias a ACAPS GIRONA, por trabajar como lo hacen, por organizar actos como este. Gracias, en particular a Lluïsa, a Txell, a Ferran y a Antoni y a todos aquellos y aquellas que han participado y contribuido a que los actos, del 10º Aniversario del Hermanamiento entre GIRONA y FARSIA, hayan sido un GRAN ÉXITO.