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(11/1/2008)
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha ordenado una investigación sobre la destrucción de videos que documentaban algunos los interrogatorios de dos prisioneros que estaban detenidos en cárceles secretas, algunas de ellas en Europa. Con este motivo, Michael Mukasey, Fiscal General ha designado al ex fiscal federal John Durham para que supervise esa investigación.

No obstante, esta decisión ha sido muy criticada por el partido demócrata, ya que consideran que esa investigación debería llevarse a cabo de forma independiente.

La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), acusó a la CIA de haber destruido deliberadamente pruebas que podrían haber sido utilizadas para acusar a agentes de de esa organización de torturar a supuestos miembros de Al Qaeda. La CIA admitió que había destruido al menos dos videos con grabaciones en las que se podían ver los interrogatorios de dos prisioneros, detenidos en una de las cárceles secretas, posiblemente en suelo europeo.

Parece ser que en una de esas grabaciones se podía ver a agentes de la CIA aplicando la técnica de “el submarino” a Abu Zubaydah, detenido ilegalmente acusado de ser miembro de la organización Al Qaeda.

Michael Hayden, director de la CIA, manifestó que esas grabaciones habían sido destruidas porque representaban un “grave peligro para la seguridad”. Para Hayden, si esos video se hubieran hecho públicos, los funcionarios de la CIA y sus familias estarían expuestos a “represalias de Al Qaeda y sus simpatizantes”.

La CIA se negó, en su momento, a entregar esas cintas a la Comisión del 11-S y a un juez federal que instruía el “caso de Zacarías Moussaoui”, más conocido como el “secuestrado número 20”, fue el único condenado por esos atentados.

En EE. UU., varios grupos de derechos humanos mantienen la idea de que sin esas grabaciones no es posible procesar penalmente a los agentes de la CIA implicados en esos casos de tortura.

Ahora, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, John Conyers, ha considerado que la investigación debía ser más amplia y abarcar también otras pruebas que fueron destruidas, así como la naturaleza de los interrogatorios grabados. Algunas de las torturas aplicadas fueron el terrible “submarino”, puesto en práctica por los franceses en la “guerra de Argelia”.

N. de la R.
En la fotografía, el periodista francés Henri Alleg, editor de un periódico en Argelia, que en 1957 fue sometido al llamado “submarino”, o “waterboarding”, por el Ejército francés, cuando el gobierno de Francia intentaba aplastar el movimiento independentista argelino. En la actualidad Alleg tiene 86 años.