Internacional
espacioseuropeos.com (10/1/2008)
En la multitudinaria rueda de prensa que Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, ofreció ayer miércoles una rueda de prensa en el palacio del Elíseo, en la que defendió su «política de civilización», lo que equivale a tomar medidas para «devolver al hombre al corazón de la política».
Para Sarkozy, «rehumanizar la sociedad» y «llevar a cabo el cambio indispensable al servicio del ciudadano», son tareas prioritarias que, incluso -según comentó- se van a incluir en la Carta Magna francesa.
Sarkozy manifestó que Italia y España le habían propuesto llevar a cabo «expulsiones colectivas» de inmigrantes ilegales, y que por ello, junto a los
jefes de los gobiernos de España, José Luis Rodríguez Zapatero, e Italia, Romano Prodi, se iba a plantear la organización de operaciones de «expulsión colectiva» de inmigrantes irregulares. Sin embargo, el presidente francés no explicó en qué iban a consistir esas acciones de expulsión, ni cómo se organizarían.
En respuesta a una pregunta de un periodista, Sarkozy se mostró dispuesto a recurrir a la «cláusula de salvaguarda sobre los organismos genéticamente modificados (OGM)», cultivados actualmente en Francia, si hay «dudas serias» hasta que la Comisión Europea decida sobre el asunto. Hay que recordar que en Francia, el campesino y activista anti-globalización, José Bove lleva en huelga de hambre desde el jueves pasado, para promover una prohibición contra esos cultivos, en concreto, contra el maíz genéticamente modificado (OGM).
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